Vecinos de la calle Mburucuyá, ubicada en la fracción Los Abuelos del barrio La Blanca, denunciaron la falta de respuesta de la Comuna ante los graves problemas de infraestructura que afectan a la zona. “Nuestra calle se llena de agua con cada lluvia, y la Municipalidad no da ninguna solución. Ya hemos realizado varios reclamos e incluso solicitado permiso para rellenar los baches con escombros, pero nos niegan el permiso diciendo que ellos resolverán el problema, cosa que jamás ocurre”, expresó uno de los residentes.
La situación se torna crítica tras cada lluvia, cuando el agua acumulada forma grandes charcos que tardan hasta 20 días en desaparecer. Esto no solo dificulta el ingreso a las viviendas, sino que también obliga a motociclistas y automovilistas a circular por las veredas, poniendo en riesgo a los peatones. Los vecinos señalan que esta problemática no solo afecta la movilidad, sino también la calidad de vida en el barrio.
Según los habitantes de la zona, la municipalidad, bajo la administración del intendente Miguel Prieto, ha prometido en reiteradas ocasiones la pavimentación de la calle, incluyendo alcantarillado y desagües pluviales. Sin embargo, estas promesas nunca han pasado del plano verbal. “No hay documentos ni proyectos que respalden estas promesas. Son solo palabras vacías”, lamentó un vecino.
El malestar de los ciudadanos se agrava al considerar que no se les permite tomar iniciativas propias para mitigar el problema. «Queremos rellenar los agujeros para que el agua no se acumule, pero la municipalidad nos niega los permisos. Parece que están más interesados en poner excusas que en solucionar las necesidades básicas de los contribuyentes», añadieron.
GRAVES DEFICIENCIAS
La queja de los vecinos de la fracción Los Abuelos es un reflejo de los problemas que afectan a Ciudad del Este en su conjunto. La ciudad es conocida por su pésima infraestructura vial, con numerosas calles en deplorables condiciones. Aunque la municipalidad cuenta con una planta asfáltica, presentada hace dos años como la “solución definitiva” al problema de los baches, los resultados han sido decepcionantes.
En el último año, el ritmo de asfaltado ha sido extremadamente lento, logrando cubrir menos de 20 cuadras en todo el municipio. Esto contrasta con las necesidades urgentes de una ciudad que crece rápidamente y que requiere inversiones sostenidas en infraestructura para atender a su población.
La administración de Miguel Prieto ha sido duramente criticada por su falta de gestión efectiva en temas de infraestructura. A pesar de los recursos disponibles, el avance en obras públicas parece no estar a la altura de las expectativas ciudadanas. Este abandono genera una creciente frustración entre los vecinos, quienes cuestionan la capacidad del municipio para cumplir con su deber de mejorar la calidad de vida en los barrios.
Los habitantes de la calle Mburucuyá exigen acciones inmediatas. “No pedimos lujos, solo queremos una calle transitable, desagües que funcionen y una respuesta concreta. Es lo mínimo que merecemos como ciudadanos que pagan impuestos”, enfatizó un residente. Mientras tanto, la promesa de mejoras sigue siendo una esperanza lejana para los vecinos, quienes continúan luchando contra el abandono y la negligencia de la Municipalidad.
