En un operativo sorpresa, denominado “Peine fino”, ejecutado en la madrugada de ayer, la Policía y funcionarios penitenciarios, con acompañamiento de tres agentes fiscales, frustraron un intento de motín y fuga masiva de la cárcel regional de CDE. La acción se inició a las 05:00 y arrojó como resultado la incautación de una infinidad de armas blancas, celulares, herramientas, bebidas alcohólicas, drogas y otros objetos prohibidos.
El director del penal, Benjamín Ozuna, detalló que el operativo fue motivado por informaciones filtradas que alertaban sobre un plan de amotinamiento liderado por reclusos pertenecientes al grupo criminal Primer Comando da Capital (PCC). “El trabajo coordinado nos permitió actuar de manera oportuna y evitar lo que pudo haber sido una tragedia mayor”, afirmó.
Un fuerte contingente policial brindó apoyo a los agentes penitenciarios, y todos los reos fueron sacados de sus respectivas celdas solo con sus prendas íntimas. Luego fueron obligados a permanecer en el campo de deportes del penal; mientras tanto, bajo la dirección de los fiscales Manuel Rojas, Carolina Gadea y Liliana Duarte, se verificaron los pabellones denominados “PCC”, “Rotela”, “Blanco”, “Negro”, “Piquillo” y “Manualidades”. Durante la inspección, se incautaron diversos objetos prohibidos que evidencian las graves irregularidades al interior del penal.
Entre los elementos hallados y requisados figuran: Bebidas alcohólicas artesanales en proceso de fermentación, varios recipientes, bidones y baldes utilizados para el procesamiento de alcohol; una cantidad importante de armas blancas de fabricación casera (estoques), equipos de comunicación, incluidos radios y cables eléctricos. Además, se incautaron herramientas de trabajo, como palas y otros utensilios, que servirían para cavar alguna especie de túnel; enseres de cocina no autorizados, aparatos celulares y estupefacientes.
CRIMEN ORGANIZADO
Las primeras investigaciones apuntan a que el plan de fuga involucraba a miembros del PCC, una organización criminal conocida por sus sofisticados operativos y su capacidad para corromper estructuras penitenciarias. Según las autoridades, el motín serviría como distracción para facilitar la huida de líderes claves del grupo.
El director Ozuna calificó el intento como un “osado y bien planificado golpe”, y destacó que las acciones preventivas evitaron un potencial riesgo para la población de Ciudad del Este. “No solo frustramos el plan, sino que también desarticulamos redes internas que ponen en jaque la seguridad del penal”, señaló.
INVESTIGACIÓN
Tras el operativo, se inició una investigación para identificar a los responsables de introducir los objetos prohibidos al penal y establecer si hubo complicidad de funcionarios penitenciarios. Asimismo, se reforzarán las medidas de control en los accesos y se implementarán nuevos protocolos de seguridad. El Ministerio de Justicia subrayó que el operativo forma parte de un plan nacional de lucha contra el crimen organizado en las cárceles del país. También se anunció que se replicarán estas acciones en otros centros penitenciarios para garantizar el orden y la seguridad.
UN MENSAJE CONTUNDENTE
Las autoridades destacaron que este operativo es una muestra clara de la voluntad del Estado de combatir la influencia de grupos criminales en el sistema penitenciario. “No vamos a permitir que las cárceles se conviertan en centros de poder del crimen organizado. Este es solo el comienzo de acciones más estrictas para recuperar el control absoluto de nuestros penales”, aseguró un representante del Ministerio.