Este año se vio a muchos feligreses que fueron en bicicletas y otros caminando hasta la Basílica Santuario de Caacupé, como promeseros desde el Alto Paraná. La mayoría de los peregrinantes llegaron entre el sábado 7 y 8 de diciembre. La convocatoria de la Virgen en la capital espiritual crece en cada año, y los altoparanaenses se turnaron en la fila para fotografiarse frente al templo en la Villa Serrana.
Con mucha alegría y cansancio de por medio llegaron los ciudadanos de Hernandarias, Ciudad del Este, Minga Guazú, Juan L. Mallorquín y otros distritos del décimo departamento a Caacupé. Los feligreses dijeron a La Clave que en cada periodo se fortalecen como grupos de promeseros. Cada quien tiene su compromiso en particular con la Virgen María, pero en conjunto agradecen por la vida y la salud, señalaron los devotos.
Las caravanas se observaron en cada arteria que conectaba con la capital de La Cordillera , en diferentes días y horarios. Se reportó una cobertura llena en todos los hospedajes de la zona durante el novenario de la fecha santa. Los devotos que llegaron cansados, algunos mojados en la lluvia, necesitaron una ducha fría y un descanso. Pero fue difícil hallar un lugar para dicha actividad, debido a la escasez de alojamiento en Caacupé.
SIN IMPORTAR
Sin importar que la Dirección de Meteorología pronosticara alta probabilidad de inclemencias de tiempo, los promeseros no consideraron un obstáculo la advertencia. Llegaron muchos grupos de ciclistas, también los que caminaron durante días en el peregrinaje. Quedó demostrado, una vez más, que la fe es capaz de superar cualquier barrera o impedimento, cuando el ser humano cree necesario peregrinar y cumplir su promesa hecha a la Virgen María.
La Clave estuvo en la cobertura el día sábado 7 y domingo 8 de diciembre en la Villa Serrana. La mayoría que posaron en la foto expresaron estar contentos cada año en su travesía. Instan a más gente que demuestre la devoción a la madre santa de Caacupé, que ella sí cumple con los necesitados y creyentes, señalaron.