La reciente reunión entre el concejal Semión Duarte (PLRA), los vecinos de los barrios Santa Clara y Tres Fronteras de Presidente Franco, y el ingeniero Gustavo Robadín, representante del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), marcó un paso importante hacia la resolución de los problemas generados por el achicamiento de la avenida Bernardino Caballero.
La reunión, donde se habló de las preocupaciones de los vecinos, se centró en los inconvenientes surgidos en la segunda rotonda, un sector donde los problemas se hicieron evidentes tras la finalización de las obras. El concejal Duarte comentó que grande fue la sorpresa que, en vez de ampliarse, la avenida Bernardino Caballero, se había reducido, lo que provocó malestar en la comunidad.
“Estamos viviendo una situación compleja. Nos habíamos preparado para ver una ampliación de la avenida, pero al final nos encontramos con una reducción. Este es un problema que ya lo visualizamos y comenzamos a gestionar con la ministra, Claudia Centurión. Después de algunas gestiones, el ingeniero Robadín llegó a la zona para hacer una evaluación directa”, explicó.
Durante su visita a Presidente Franco, Robadín se mostró comprometido con la resolución de los problemas, aunque reconoció que no se podrá realizar la obra exactamente como los vecinos lo habían solicitado. Sin embargo, prometió que la ampliación de la avenida será concretada, un avance que, aunque no es lo ideal, representa un alivio.
Además, uno de los puntos más destacados por los vecinos fue la falta de acceso a la nueva ruta desde algunos barrios, lo que genera dificultades para la circulación. “También pedimos una solución para que los barrios cercanos a la nueva infraestructura puedan acceder de manera más directa. Es una de las solicitudes que hicimos y que está siendo evaluada por el MOPC”, señaló Duarte.
Otro de los temas recurrentes en la reunión fue la crítica hacia la falta de acompañamiento de la Municipalidad durante el desarrollo de las obras. Tanto el edil Duarte como los propios vecinos coincidieron en que la Comuna no estuvo presente en las fases de ejecución del proyecto, lo que impidió una supervisión adecuada y provocó que problemas como la reducción de la avenida Bernardino Caballero no se detectaran a tiempo.
“Este proyecto debía haber sido monitoreado constantemente, pero lamentablemente no se hizo. Si hubiéramos tenido la supervisión de un fiscal de obras o una presencia más activa, habríamos evitado este tipo de inconvenientes. Es un error que no podemos dejar pasar”, reconoció el concejal.
