Así como estaba previsto, durante la última sesión ordinaria de la Junta Municipal de Presidente Franco, se aprobó una polémica licitación Ad referéndum por un monto de G. 1.100 millones, destinado supuestamente a la construcción de empedrados. La aprobación, avalada por las comisiones asesoras de legislación, obras, y hacienda y presupuesto, refleja una vez más la actitud sumisa de la mayoría oficialista de los ediles hacia el intendente Roque Godoy (PLRA).
El concejal Hugo Mendoza, único opositor a la medida junto al edil Luis Gallardo, calificó la decisión de absurda y denunció la falta de transparencia en este tipo de gestiones. El edil señaló que la modalidad Ad referéndum, que debería utilizarse solo en casos excepcionales, se está normalizando para evitar controles y justificar obras sin un proceso claro.
Según Mendoza, no hay justificación válida para usar esta modalidad en proyectos como empedrados, donde las licitaciones regulares no demoran significativamente más. Además, cuestionó el criterio empleado para seleccionar los lugares de las obras y criticó la ausencia del director de obras, Cristian Ortiz, quien no acudió a dar explicaciones a la Junta Municipal.
“¿Cuál es el criterio para elegir las zonas de los empedrados? ¿Por qué el director de obras no da la cara? ¿A qué le teme?”, manifestó Mendoza, quien también calificó la aprobación como un acto de genuflexión de los demás concejales hacia el ejecutivo municipal. Cabe mencionar que Ortiz es muy cuestionado y actualmente soporta inclusive una denuncia penal, por las irregularidades vinculadas a las obras de refacción en el polideportivo municipal, donde ordenó el pago y firmó el “recibido” por una obra que no había siquiera empezado.
Por su parte, los concejales Roberto Brizuela y Jorge Fernández defendieron la decisión argumentando que la modalidad Ad referéndum permite ganar tiempo y ejecutar las obras con mayor rapidez. Sin embargo, estas declaraciones no convencieron a Mendoza, quien cuestionó la transparencia del proceso y la ausencia de mecanismos claros de rendición de cuentas. Mendoza ironizó sobre la opacidad de estas gestiones: “Bajo la sombra del Ad referéndum, nada es claro, todo es confuso, y la rendición de cuentas es siempre un sueño”.
Esta licitación por G. 1.100 millones es solo el comienzo. En la próxima sesión se analizará una nueva propuesta Ad referéndum por G. 3.730 millones, un monto significativamente mayor que también ha levantado sospechas sobre su uso.
DICTAMEN ALIMENTA POLÉMICA
Las comisiones asesoras justificaron la licitación argumentando la necesidad de reparar calles deterioradas que dificultan el tránsito y ponen en peligro a los ciudadanos. Sin embargo, Mendoza insiste en que el dictamen carece de fundamentos técnicos y se basa en intereses políticos más que en necesidades reales de la población. El nuevo caso evidencia una preocupante tendencia en la Junta Municipal de Presidente Franco: la complicidad y falta de cuestionamiento ante una administración caracterizada por la opacidad.