Un ciudadano argentino, identificado como Jorge Javier Grasso, de 57 años, fue aprehendido por la Policía Nacional el miércoles, a las 15:00, en el tercer piso del shopping Vendome, situado sobre la avenida Adrián Jara y Piribebuy, pleno microcentro de Ciudad del Este, tras ser acusado de un presunto hurto dentro del referido centro comercial.
El hecho genera controversia porque, aunque Grasso se presenta como un varón, en su documento de identidad figura “sexo femenino”, lo que llevó a la Fiscalía a ordenar su reclusión en la comisaría 25ª de Mujeres, donde no lo quieren aceptar porque claramente se nota que es un hombre. Tampoco lo quieren meter al calabozo masculino respetando la orden de la fiscal Carolina Rosa Gadea.
El extranjero fue detenido luego de una denuncia promovida por Matías David Ríos, también ciudadano argentino, quien reportó el robo de una mochila que contenía USD 12.000 en el sector de patio de comidas del referido shopping el pasado 26 de noviembre. Tras revisar las cámaras de seguridad, las autoridades identificaron a Grasso como el presunto responsable, por lo que fue detenido al día siguiente por efectivos de la comisaría 1ª.
Durante el procedimiento, se incautaron varios objetos en su poder, incluyendo: Una mochila roja, un reloj, un aparato celular de la marca Honor de su propiedad. Además, tenía en su poder USD 1,107, P$ 20,330, y G. 7.000.
POLÉMICA
El detenido fue puesto a disposición de la agente fiscal Carolina Rosa Gadea, quien ordenó que Grasso permaneciera en la comisaría de mujeres 25ª de la Policía Nacional, debido a que su documento de identidad (DNI) lo identifica como de sexo femenino. Sin embargo, este aspecto complica su reclusión, ya que las autoridades policiales dudan sobre si corresponde mantenerlo en dicha dependencia o trasladarlo a una comisaría para varones, generando su movimiento constante entre ambas locaciones. Mientras tanto, el detenido es llevado de aquí para allá y nadie sabe qué hacer con él.