Pedro Cabral es productor de sandía por más de 20 años y aconseja a sus pares que inicie cualquier emprendimiento para sobrellevar los gastos de la vida. En su caso, es miembro de la feria de productores de Alto Paraná, con sede en Ciudad del Este. Gracias a su trabajo en el campo, logró que sus hijos estudien y se reciban de profesional. “Los que quieren haraganear nomás buscan excusas”, resaltó.
El labriego relató que produce la sandía en su terreno de Ko’e rory, distrito de O’Leary, hace más de dos décadas. En principio sufrió todo tipo de incertidumbre en su producción, pero luego consiguió aprender por la misma experiencia y actualmente se considera un ingeniero en las técnicas de cuidado y preparación de terreno. “Ya me creo un ingeniero produciendo las mejores sandias que la gente prefiere y me felicita”, comentó. Vende desde G. 20.000 hasta G. 40.000 cada fruta.
El productor resaltó que el secreto está en la preparación de terreno y el acompañamiento en todo el proceso, que lo sabe de memoria. Utiliza estiércol como abono natural, que aplica tres meses antes de la siembra. Luego fertiliza con otros preparados naturales y tiene como resultado las más dulces sandías. Esta semana trajo 160 frutas que calcula venderá todo esta semana. De media hectárea logra recaudar entre 4 a 5 millones.
Para tener productos todo el año, Cabral cuenta que planta poroto manteca, poroto, mandioca, hortaliza, y de la granja produce gallinas y cerdos. Se dedica a vender por pedido con ayuda de su familia y expreso: “gracias a Dios tenemos plata suficiente siempre y nos mantenemos unidos y con buena salud”.