El ausentismo y la llegada tardía son frecuentes en la Junta Departamental, que ayer suspendió la sesión ordinaria por falta de quórum. En varias sesiones ya se trató el tema en busca de solución, pero algunos concejales siguen con el mismo ritmo como si nada. Ayer, cumpliendo la hora de sesionar, solo estaban 10 ediles y debían completar 12 de los 21 para el inicio, tras la decisión de la presidencia llegaron otros concejales, pero ya era tarde.
La práctica de llegar tarde o faltar en el deber se hace común en el pleno legislativo departamental, y la responsabilidad recae sobre algunos colorados que se ausentan “a su antojo”. Hubo una discusión acalorada al anunciarse la suspensión de la sesión entre los ediles. Ya cuando se estaban retirando los primeros en llegar, se completó la cantidad mínima, pero ya no quisieron rever la disposición.
Cabe destacar que varios concejales vienen de distritos lejanos del décimo departamento y casi siempre están, pero los otros que viven cerca son los que más faltan o llegan tarde. “Una falta total de respeto” se escuchó en el audio del debate. Se le acusó al presidente Elio Castillo que él nomás decide la suspensión, pero a Julia Ferreira se le oyó decir que a las 09:01 se puede decidir no desarrollar nada si no están todos. En este caso pasaron más de 10 minutos y no sesionaron. El audio del momento se compartió en La Clave.
FALTAN
De acuerdo con las críticas, los concejales colorados impuntuales o los que más faltan son: Carolina Rivas, Fernando Shuster, Rafael Burgos, Nelson Espínola y Pedro Ovelar. La Clave sondeó a algunos ediles por la responsabilidad de sus colegas y más de algunos coincidieron en señalar a los mencionados. Urge una reorganización e imponer medidas de sanción interna.
La Junta Departamental trata asuntos que conciernen a los distritos del Alto Paraná, cobran como dieta G. 11.400.000 por concurrir cuatro veces al mes a las sesiones ordinarias y luego trabajan en las comisiones asesoras. Pese a ello, faltan algunas veces sin fundamentos valederos y olvidan su responsabilidad como representantes del pueblo que los votó para llegar al puesto.