La magia de la Navidad ya enciende los motores en Alto Paraná, con Ciudad del Este y Hernandarias preparándose para deslumbrar a sus habitantes y atraer visitantes con grandes eventos y decoraciones impactantes. Sin embargo, a pocos kilómetros, el municipio de Presidente Franco parece haberse olvidado de la temporada festiva, dejando a sus ciudadanos con un tímido y solitario pesebre como única señal de que diciembre está llegando.
En Ciudad del Este, la Navidad no solo es una celebración, sino un evento que marca el calendario del año. Este sábado, la Municipalidad encenderá las luces y adornos reciclados, dando inicio al proyecto “Navidad Sustentable”, que este año cumple su tercer aniversario. Entre los atractivos, se destaca el Papá Noel gigante, ubicado en el Lago de la República, presentado como el mayor de Sudamérica y segundo más grande del mundo.
La inversión para esta edición será de G. 600 millones, un recorte considerable respecto a los 2.000 millones anuales destinados en 2022 y 2023. A pesar de la reducción, el municipio asegura que el impacto será igual de grande, esperando atraer a más de 80.000 visitantes. Además de las decoraciones, habrá espectáculos artísticos, juegos pirotécnicos y una oferta cultural que incluye artistas nacionales del 15 al 18 de diciembre, consolidando a la ciudad como un epicentro festivo.
Por su parte, Hernandarias no se queda atrás. Gracias al apoyo de Itaipu, celebrará su tradicional “Navidad en Itaipu” del 12 al 15 de diciembre. La Binacional destinará hasta G. 5.000 millones para infraestructura, movilidad y presentaciones artísticas en ambos municipios. El programa promete noches llenas de música, luces y colores, reforzando la apuesta por el turismo interno y el desarrollo económico de la región.
La expectativa en ambos municipios es alta: miles de personas, tanto locales como turistas, disfrutarán de una agenda cargada de actividades, mientras restaurantes, hoteles y servicios locales se preparan para aprovechar el gran flujo de visitantes.
FRANCO EN LA PENUMBRA
Y en Presidente Franco, ¿qué sucede? Mientras sus municipios vecinos se llenan de luces y colores, la ciudad administrada por el cuestionado intendente Roque Godoy parece haberse quedado en la sombra, con un humilde pesebre instalado junto al polideportivo municipal como único adorno navideño.
La administración de Godoy, quien enfrenta decenas de denuncias de corrupción, ha vuelto a decepcionar a los franqueños. Con una gestión marcada por escándalos, como el caso reciente de su hijo, Elías Martín Godoy Torres, “planillero” confeso de la Cámara de Diputados, el intendente parece estar más preocupado en defenderse de las acusaciones que en atender las demandas de su comunidad.
El pequeño pesebre, calificado por muchos como una burla, no solo es una decepción, sino también un reflejo de las prioridades de la administración. “Es increíble cómo siempre quedamos relegados. Mientras en Ciudad del Este y Hernandarias la Navidad parece sacada de un cuento, acá nos conformamos con un pesebre que ni siquiera está bien iluminado”, comentó una vecina visiblemente molesta. Incluso, comerciantes locales lamentan la falta de iniciativas que puedan dinamizar la economía. “Estos eventos en otros municipios generan ingresos para todos. En Franco, en cambio, estamos invisibles”, señaló un propietario de restaurante.
La diferencia no podría ser más evidente: mientras Ciudad del Este y Hernandarias apuestan por eventos grandiosos que generan movimiento comercial, turismo y alegría, Presidente Franco sigue rezagado, como si la Navidad no existiera. La ciudadanía franqueña, una vez más, queda relegada al olvido, cargando con la frustración de ver cómo las luces y la magia se lucen en otros municipios aledaños.