La fiscal Julia González presentó imputación contra una mujer de 32 años por su presunta conducta omisiva en la protección de su hija de 6 años, permitiendo que fuera víctima de reiterados actos sexuales supuestamente por parte de su padrastro. La imputada, incluso, se habría fugado de un centro asistencial con la niña, quien fue contagiada de una enfermedad de transmisión sexual, tratando de evitar que el caso llegara al conocimiento de las autoridades. Sin embargo, terminó privada de libertad, quedando a cargo del Ministerio Público.
La encausada enfrenta cargos por abuso sexual en niños, previsto y penado en el artículo 135, incisos 1, 2, numeral 2, 3, 4 y 5 del Código Penal, Ley N° 1.160/97, modificado por el artículo 1º de la Ley N° 6.002/17, en concordancia con el artículo 15, inciso 1, del Código Penal, y por violación del deber del cuidado, previsto en el artículo 226, inciso 1, del Código Penal, en concordancia con el artículo 29, inciso 1 del mismo cuerpo legal.
Según la investigación, el 22 de noviembre de 2024, la ahora procesada habría llevado a su hija menor hasta la Policlínica de la Universidad Central del Paraguay, en el km 8 de Ciudad del Este, por un cuadro doloroso en la parte íntima. Tras la inspección física, la médica de guardia detectó que la pequeña presentaba heridas que serían a consecuencia de una enfermedad de transmisión sexual. Luego, informó a la madre sobre el protocolo a seguir, cual es la comunicación del caso a las autoridades, por lo que la mujer huyó rápidamente, tratando de evitar el procedimiento de rigor.
En esa ocasión, fue perseguida, retenida y entregada a los agentes policiales de la zona y el hecho fue comunicado a la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes. En el marco de la investigación del hecho se pudo confirmar además que, previamente, el 19 de noviembre de 2024, la hoy imputada ya había acudido al Hospital Regional de Ciudad del Este con la víctima, porque la misma presentaba dolor en su parte íntima.
En esa oportunidad, la paciente fue inspeccionada por la médica de guardia, quien detectó diversas lesiones en sus genitales. Allí, advirtió a la madre sobre la sospecha de abuso sexual y que el caso sería comunicado a las autoridades de la Policía Nacional y el Ministerio Público. Aquella vez, la misma también escapó del lugar con la niña, hecho que fue informado a la Fiscalía a través de una nota de la subcomisaría 3ª del barrio Santa Ana, que intervino inicialmente en el caso. Después, la nena fue inspeccionada por una médica forense del Ministerio Público, constatándose plenamente que la misma era abusada sexualmente y presentaba una enfermedad de sífilis.
Basándose en los elementos incriminatorios, la fiscal Julia González decidió imputar a la madre por abuso sexual en niños y violación del deber del cuidado. Además, solicitó su prisión preventiva, considerando la gravedad del caso. Asimismo, la Fiscalía indaga el nombre completo y todos los datos del presunto abusador para someterlo también a un proceso penal.