El Instituto de Previsión Social (IPS) en Ciudad del Este escribió una página importante en la historia médica del país al realizar, por primera vez, una cirugía de alta complejidad en trauma cervical. Este procedimiento, conocido como artrodesis cervical de doble vía, fue llevado a cabo en un paciente de 70 años que sufrió un accidente de tránsito, resultando en una luxación vertebral C5-C6 con compresión medular. La intervención no solo salvó al hombre de quedar en silla de ruedas, sino que lo devolvió a su vida cotidiana con una recuperación notablemente rápida.
El accidente dejó al paciente en una situación crítica, con una fractura cervical inestable que amenazaba con paralizarlo permanentemente. “Esta fue una fractura altamente inestable. Si el paciente se movía en la cama o intentaba caminar, en días podría haber perdido por completo la movilidad de sus piernas”, explicaron los especialistas que atendieron el caso. La cirugía se convirtió, entonces, en una verdadera carrera contra el tiempo y en un desafío quirúrgico que demandaba alta precisión técnica y experiencia profesional.
El procedimiento fue encabezado por el neurocirujano Dr. Néstor Romero, acompañado por el Dr. Juan José Jara, también neurocirujano, y el anestesiólogo Dr. Roberto Bruzzone. El equipo multidisciplinario contó además con el apoyo crucial de la radióloga, Lic. Florencia Patiño, quien tuvo un papel destacado en el monitoreo durante la operación. La intervención requirió un enfoque meticuloso y una coordinación impecable entre los especialistas, ya que cualquier margen de error podría haber tenido consecuencias devastadoras para el paciente.
La cirugía consistió en estabilizar las vértebras afectadas mediante un abordaje quirúrgico que combinó técnicas desde dos vías de acceso diferentes, permitiendo descomprimir la médula espinal y garantizar la estabilidad de la columna. Este tipo de procedimiento, complejo y poco frecuente, demanda no solo tecnología avanzada, sino también un equipo humano altamente capacitado.
El resultado fue tan extraordinario como inesperado para muchos: en solo 72 horas, el paciente fue dado de alta caminando por su cuenta y sin ningún déficit motor. Este desenlace, destacaron los médicos, evidencia no solo el éxito técnico de la operación, sino también la calidad y preparación del personal de salud del IPS, quienes trabajaron con dedicación para cambiar el destino de un hombre que parecía condenado a una discapacidad permanente.
El paciente, según se informó, continuará con controles periódicos para asegurar su recuperación completa y mantener su calidad de vida. Además, se destacó que este tipo de intervenciones reduce significativamente la necesidad de tratamientos prolongados y costosos, beneficiando tanto al sistema de salud como al asegurado.
“Gracias al esfuerzo conjunto de nuestro equipo y el apoyo de nuestras autoridades seguimos avanzando camino a la descentralización. Estamos trabajando para consolidar un modelo de salud centrado en las personas, con calidad y calidez”, refirió la Dra. Rocío Martínez, directora del IPS CDE.
MÁS ALLÁ DE LAS CRÍTICAS
El logro del equipo médico del IPS en Ciudad del Este cobra aún más relevancia en un contexto en el que la institución suele ser objeto de críticas, tanto por parte de asegurados como de medios de comunicación, debido a problemas estructurales, de gestión y de atención. Sin embargo, esta cirugía demuestra que el IPS también puede ser un símbolo de esperanza, innovación y excelencia médica.
Casos como este ponen en evidencia que, a pesar de los desafíos, los profesionales que forman parte del IPS están preparados para enfrentar situaciones complejas. Esta intervención no solo marca un hito técnico, sino que también resalta la importancia de valorar y apoyar los esfuerzos de los equipos médicos que, día a día, trabajan para garantizar el bienestar de los asegurados.
La histórica cirugía realizada en el hospital del IPS de Ciudad del Este abre nuevas puertas para la realización de procedimientos de alta complejidad dentro del sistema público de salud. Este avance significa que, en el futuro, más pacientes con condiciones similares podrán ser tratados localmente, sin necesidad de trasladarse a la capital o buscar alternativas en el extranjero.