El supuesto miembro de una gavilla de «piratas del asfalto» fue ejecutado a tiros por dos sicarios que llegaron hasta la casa de su madre a bordo de una motocicleta y abrieron fuego contra la víctima, quien se encontraba sentado cenando. El hecho ocurrió el sábado, alrededor de las 21:00, en el barrio San Rafael. La Policía da por hecho que el caso sería un ajuste de cuentas entre delincuentes, mientras que los familiares de la víctima aseguran que los uniformados lo silenciaron.
Se trata de Óscar Germán Vázquez González, alias “Chuchu’i” (31), con antecedentes por hurto agravado con resultado de muerte o lesión grave en 2020, así como por robo agravado en 2020 y 2021. Para la Policía, “Chuchu’i” formaba parte de una gavilla de piratas del asfalto, responsable de varios atracos a camiones transportadores de encomiendas. Al presunto marginal abatido y su banda se les atribuyen varios robos millonarios de mercaderías en el Alto Paraná.
De acuerdo con los datos proporcionados por los agentes de la subcomisaría 1ª del barrio San Rafael, dos personas, a bordo de una motocicleta roja, llegaron hasta la residencia de la madre de la víctima. El conductor tenía casco, mientras que el acompañante un quepis. Sin mediar palabras, el acompañante realizó varios disparos que impactaron contra la humanidad de Vázquez, quien cayó muerto en presencia de su madre. Luego de consumar el asesinato, los matones huyeron del sitio sin dejar rastros.
AJUSTE DE CUENTAS
Para la Policía no hay mucho que investigar en este hecho, ya que para agentes, Vázquez González era un conocido asaltante que tenía muchos negocios turbios, tenía enemigos y probablemente fue ejecutado en un ajuste de cuentas entre marginales. La casa de madre de la víctima no tiene cámaras de vigilancia que puedan ayudar a identificar a los autores.
SERÍAN POLICÍAS
Por otro lado, los familiares del fallecido aseguran que agentes policiales están detrás del crimen. Mencionaron que Óscar era perseguido constantemente por policías corruptos del Departamento Contra el Crimen Organizado e Investigaciones que lo extorsionaban e incluso lo amenazaban de muerte. Uno de ellos sería Francisco Peralta, a quien en junio de este año denunció públicamente por supuesta extorsión y persecución con relación al robo de un depósito, de donde se había sustraído un cargamento de valor millonario en teléfonos celulares. En esa ocasión, la víctima presentó la copia de un circuito cerrado que, según su versión, confirmaba que en ese horario se encontraba en su vivienda.
El caso está siendo investigado por fiscal Carlos Almada, quien dispuso el traslado del cuerpo para una inspección médica forense a la morgue del Hospital Regional de Ciudad del Este, y luego ordenó que el cadáver fuera entregado a sus familiares.