Una comitiva fiscal-policial, encabezada por la fiscal de la unidad especializada antisecuestros, Zunilda Ocampos, y agentes del Departamento Antisecuestros de la Policía Nacional, regional Alto Paraná, allanaron una vivienda ubicada en el lugar denominado Zanja Morotí, en el distrito de Itakyry. Durante el procedimiento confirmaron plenamente que se trata de la casa donde mantuvieron en cautiverio al colono brasileño Silvio Fiedler Heydt (45), secuestrado la noche del lunes 28 de octubre de su vivienda ubicada en la colonia Gleba 2, distrito de Mbaracayú, y por cuyo rescate habían exigido la suma de USD 30 mil.
La propiedad allanada tiene una superficie de 8 hectáreas, en medio de ella está una casa rodeada de plantación de soja. El lugar pertenece al padre de Andreia Fiedler, prima hermana de la víctima, y suegro de João Batista, uno de los detenidos con relación al caso.
El subcomisario Édgar Galeano, jefe del Departamento Antisecuestros de la Policía Nacional en el Alto Paraná, explicó que llegaron al sitio ubicado a unos 80 kilómetros de la residencia de la familia Fiedler, mediante trabajos técnicos y de inteligencia. La víctima aportó datos relevantes, como por ejemplo del tiempo del recorrido, los tipos de camino que pasaron y otros detalles que ayudaron a los policías a encontrar el lugar. Mencionó que dentro de la casa hallaron evidencias sólidas que confirman que el lugar efectivamente fue utilizado para el cautiverio del colono brasileño.
La finca fue arrendada hace 10 años a un colono de la zona y el titular se encuentra en el Brasil. El arrendatario fue indagado por los intervinientes y dijo que ni se dio cuenta que la casa fue utilizada como cautiverio del secuestrado porque está abandonada hace cinco años.
RECONOCIÓ EL LUGAR
Los investigadores mostraron fotografías de la casa allanada a Silvio Fiedler, quien durante todo el tiempo que estuvo en el sitio lo mantuvieron con capucha, pero logró ver algunos detalles, y reconoció plenamente el lugar.
OTROS IMPLICADOS
Los investigadores creen que podría haber una o dos personas más implicadas en el hecho y esperan los resultados de peritajes realizados a los teléfonos celulares para confirmar o descartar esta hipótesis. La fiscal del caso remarcó que con este procedimiento el caso está prácticamente cerrado y el Ministerio Público ya cuenta con todas las evidencias para sostener una eventual condena de los procesados.