La proliferación de instituciones como “QUniversity Paraguay” ilustra el grave problema de las llamadas “universidades de garaje” en Paraguay: centros que operan sin licencias, manipulan las expectativas de los estudiantes y buscan lucrar mediante ofertas educativas engañosas. A pesar de la advertencia emitida por el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) alertando a la ciudadanía sobre el funcionamiento ilegal de “QUniversity”, esta entidad sigue promocionándose de manera activa, especialmente entre brasileños interesados en estudiar medicina, sin contar con la autorización mínima requerida para operar como universidad en el país.
Este caso no es un incidente aislado, sino un síntoma de una falla estructural en el sistema de regulación de la educación superior en Paraguay. El Consejo Nacional de Educación Superior, en conjunto con la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES), enfrenta el desafío de actuar con mayor celeridad y contundencia para detener la actividad de estas instituciones irregulares. La decisión de rechazar el proyecto de “QUniversity” para ofrecer carreras de Medicina, Derecho y Administración de Empresas fue un paso correcto, pero insuficiente. La universidad sigue captando estudiantes a través de su sitio web y redes sociales, ofreciendo programas de dudosa legalidad y valiéndose de promesas de diplomas que no tienen ningún respaldo oficial.
La situación se agrava aún más al observar que esta misma entidad, bajo otro nombre, ya había intentado captar alumnos en el pasado, demostrando un patrón de reincidencia en la publicidad engañosa y el aprovechamiento de vacíos regulatorios. A través de programas como “QHealthy” y ofertas de validación de diplomas médicos sin acreditación, “QUniversity” representa un riesgo significativo para la educación y la salud pública, al ofrecer una plataforma para prácticas como la telemedicina sin certificación alguna.
La responsabilidad de frenar estos abusos no recae únicamente en los estudiantes y sus familias. Las autoridades, como el Cones y la ANEAES, deben asumir un rol activo y determinante en la defensa de la educación superior del país. La denuncia de “QUniversity” ante la Fiscalía General del Estado es una medida necesaria, pero insuficiente si no va acompañada de acciones contundentes que disuadan a otras entidades de operar sin las licencias adecuadas. Es crucial que los organismos de control establezcan sanciones claras y efectivas, además de implementar un sistema de supervisión constante que garantice el cumplimiento de los estándares de calidad y legalidad.
La ciudadanía también tiene un papel clave. En un contexto en el que las ofertas engañosas proliferan en redes sociales y otros medios, es fundamental que se verifiquen cuidadosamente las licencias y acreditaciones de cualquier institución educativa antes de tomar decisiones que involucren el futuro académico y profesional de los estudiantes.
Permitir la existencia de estas universidades “de garaje” en Paraguay representa un ataque a la dignidad de la educación y un fraude a los sueños y recursos de los jóvenes. Exigimos que el Cones, la ANEAES y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) actúen de manera coordinada para cerrar estas instituciones y proteger el valor de los títulos que emiten las universidades habilitadas y reconocidas en el país. La educación superior es un pilar fundamental del desarrollo de Paraguay y no puede permitirse que instituciones sin escrúpulos la pongan en riesgo.