Los productores piscícolas de Alto Paraná enfrentan desafíos que obstaculizan el desarrollo de este rubro alternativo de renta y autoconsumo para numerosas familias. Uno de los problemas principales con que tropiezan es la falta de asistencia técnica y demandan un mayor apoyo del Gobierno para mejorar sus prácticas y aumentar la productividad.
Juan Samudio, labriego del distrito de Itakyry, relató que desde el 2022 se dedica a la piscicultura. “Como me gustaba el pescado y todo lo relacionado a esta actividad, decidí empezar, primero, con un estanque pequeño. Ahora tengo cuatro criaderos”, comentó.
En la actualidad, tiene 7.000 tilapias. “Tenemos un lugar de pesca y pague, allí vendemos lo que tenemos. El costo es de G. 25.000 el kilo vivo. Es muy importante el asociarse para conseguir el apoyo necesario para impulsar el rubro”, indicó, al resaltar que forma parte de la Asociación de Productores de Pescados, Alimentos y Afines (Apropez).
Sin embargo, los piscicultores necesitan de asistencia técnica permanente y efectiva. “Estamos haciendo pedidos al Ministerio de Agricultura y Ganadería, pero hasta ahora no cumplió con nosotros. No hay profesionales suficientes para abastecer la demanda”, lamentó.
Don Samudio alegó que el rubro ictícola requiere de mucho sacrificio e inversión, por lo que esperan el apoyo y acompañamiento de las instituciones del Estado para impulsar a los productores. “Para empezar había invertido más de G. 100 millones y el gasto es constante”, acotó.
Por su parte, Felipe Morel incursionó en la cría de peces en el km 10 Acaray de Ciudad del Este hace tres años. “Me dedico a la producción y comercialización de peces, principalmente tilapia y pacú. También ofrecemos productos procesados, como filetes. Actualmente, cuento con 20 estanques y produzco aproximadamente 100 toneladas al año”, explicó.
El precio por kilo de tilapia viva es de G. 28.000 y de pacú, G. 38.000. “La tilapia suele alcanzar un peso promedio de 1,5 kg en un período de 6 a 8 meses. Sin embargo, factores como el clima, la calidad del agua y la alimentación influyen directamente en el crecimiento y la calidad de la carne”, refirió.
Comentó que el principal desafío es encontrar balanceados de alta calidad para mejorar la producción. “La falta de una variedad de industrias productoras de alimentos en Paraguay limita la competencia y la innovación en el sector. Así también, como asociación de productores, brindamos asistencia técnica a nuestros miembros para asegurar el mercado y garantizar la producción”, señaló.