Los inspectores del Ministerio de Trabajo intervinieron la fábrica Hoahi, situada en el barrio Don Bosco de Ciudad del Este, tras reiteradas denuncias por infracciones laborales. A pesar de su historial de irregularidades, esta empresa textil, una de las “mimadas” del Gobierno de turno, continúa operando sin mayores restricciones. Una fiscalización realizada en el 2021 ya había advertido sobre las peligrosas condiciones de trabajo en la planta fabril, calificándola como una “bomba de tiempo” debido a la falta de medidas de seguridad básicas, como sistemas contra incendios. Con unos 1.500 trabajadores, la maquiladora es acusada de explotar a su personal, según múltiples quejas.
El Abg. Nelson Benítez Acosta, director regional del Trabajo, explicó que las denuncias de los trabajadores son fundamentales para activar los mecanismos de fiscalización laboral. “Las empresas llegan a la instancia de fiscalización automática cuando ocurre un accidente de trabajo y se presentan múltiples denuncias por incumplimientos”, refirió.
En el caso de la maquiladora Hoahi, propiedad del oriental Long Jiang, con protección de influyentes políticos de la zona, llegó a ser intervenida el 5 de agosto último, tras denuncias por incumplimientos, como falta de pago de horas extras, maltrato laboral, falta de pago del salario mínimo, o irregularidades en los aportes al IPS y en la salud ocupacional.
Los funcionarios recorrieron las instalaciones de la planta fabril a fin de verificar el cumplimiento de las normas de salud y seguridad ocupacional, entrevistaron a trabajadores y solicitaron las documentaciones pertinentes. Posteriormente, el reporte fue remitido a la sede central en Asunción. La asesoría jurídica del Ministerio de Trabajo, por su parte, se encarga del informe y evaluación de las posibles sanciones a aplicar a la empresa.
ANTECEDENTES
La intervención realizada en noviembre del 2021 reveló que la fábrica carecía de sistema de detección de incendios, no tiene salidas de emergencia, aireación, entre otras irregularidades. También los empleados realizaban sus labores sin los equipos de seguridad correspondientes y en algunos sectores no se cuenta con botiquín de primeros auxilios. La verificación se realizó luego de la desvinculación masiva de funcionarios, que conformaron un sindicato.