Es común despertarnos e iniciar el día en redes sociales, donde a través de las plataformas somos bombardeados por videos e imágenes de un estilo de vida completamente opuesto al nuestro, incluyendo cuerpos ideales. Sin embargo, esa constante exposición tiene un impacto en cómo nos relacionamos con la comida, contribuyendo a posibles trastornos alimentarios.
Hace unos años pude observar una gran presión estética por varias experiencias y situaciones con pacientes en consultorio. Fue donde decidí realizar una especialización en trastornos de la conducta alimentaria, a fin de optimizar mis consultas, teniendo la óptica y los recursos necesarios para un mejor tratamiento.
La búsqueda de un cuerpo perfecto puede llevar a varias personas a optar por elecciones que no son sostenibles a largo plazo, como también, siendo muy perjudiciales para la salud. Es de suma importancia entender que por detrás de un plan de alimentación saludable, no solo se estará cuidando y nutriendo el cuerpo, sino es una herramienta para mejorar el perfil estético ideal e individual.
La excesiva comparación, ya sea por la misma presión social, puede desencadenar un desorden disfuncional a como nos relacionamos con la comida, generando sentimientos de culpa o ansiedad. Estos casos son más frecuentes en jóvenes o adolescentes, quienes, bajo influencia de las plataformas, pueden afectar su salud mental y física.
A todo esto también, existen nuevas campañas y profesionales que en los últimos tiempos se sumaron a las redes sociales promoviendo la aceptación, amor propio y el bienestar integral, donde se prioriza la salud y bienestar.
Desde mi posición, recomiendo que nos enfoquemos en nuestro bienestar personal, optando por desligarnos y desconectar de padrones o ideales, dando énfasis a la individualidad, ya que cada persona es única, y buscando siempre nuestra mejor versión de manera sana y consciente.
* Nutricionista clínica y deportiva, además de máster en trastornos de la conducta alimentaria.
Para recordar: “El amor propio es el comienzo de un romance que durará toda la vida”. Oscar Wilde.