La bajante de los ríos Paraná y Paraguay forzó a los exportadores a recurrir al tránsito terrestre para el transporte de mercadería, provocando un incremento considerable en el flujo de camiones que cruzan el Puente de la Amistad, en la frontera paraguayo-brasilera. Buscando aliviar esta sobrecarga, los puertos privados acordaron ordenar la liberación de cargas, en coordinación con el lado del vecino país.
El conflicto instalado con esta sobrecarga de camiones pesados sobre de la ruta PY02, afectando incluso la circulación interna de la ciudad, ha generado preocupación tanto en exportadores como en conductores, quienes enfrentan congestiones diarias.
Los puertos privados Algesa y Campestre acordaron que 50 camiones cargados podrán cruzar hacia Brasil de forma intercalada cada hora. Para evitar colapsos durante el día, los camiones vacíos (en lastre) se sumarán al cruce en la madrugada, buscando concluir las operaciones fronterizas antes de las 07:00. Además, existe una coordinación con la Receita Federal de Brasil (Aduana) para aplicar el mismo esquema de control con los camiones que retornan vacíos a Paraguay.
Alcides Brizuela, administrador de la Aduana en Ciudad del Este, expresó su optimismo tras el primer día de implementación de esta medida. “Logramos evitar la formación de largas filas tanto en el Puente de la Amistad como en la ruta internacional. Vamos a seguir ajustando detalles para mejorar la situación en los próximos días”, indicó Brizuela.
Sin embargo, este alivio temporal responde a una realidad cada vez más preocupante: la imposibilidad de transportar mercancías por vía fluvial debido a la crisis de navegabilidad en los ríos. Los niveles bajos han obligado a los operadores logísticos a desviar sus envíos hacia la ruta terrestre, lo que ha duplicado el número de camiones en circulación diaria, pasando de 600 a 1.200, y se prevé que este número pueda alcanzar los 2.000 en las próximas semanas.
El impacto del incremento en el tránsito no solo afecta a los conductores locales, sino que también ha generado retrasos en las exportaciones. La Cámara de Comercio Paraguay-Brasil y la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) han expresado su preocupación por el cumplimiento de los contratos de exportación, especialmente de productos clave, como granos y carne. Según sus representantes, los retrasos en el cruce fronterizo podrían generar pérdidas económicas considerables si la situación no mejora.