En un caso que pone en evidencia la posible manipulación del sistema judicial, el empresario paraguayo Jairo Antonio Webber Kaefer, legítimo propietario de un valioso inmueble, fue imputado por estafa por el fiscal Óscar Delfino. Detrás de esta controvertida imputación, surge la figura del senador José “Pakova” Ledesma, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien habría ejercido una fuerte presión sobre las autoridades judiciales para favorecer al verdadero estafador de esta causa, Jorge Ricardo Arriola, quien presume de sus conexiones políticas y judiciales para seguir en libertad y continuar con sus fechorías.
De acuerdo con la abogada del empresario estafado, Noelia Núñez, el senador Ledesma habría realizado constantes llamadas, tanto al fiscal Delfino como al juez del caso, en un intento de proteger a Arriola, conocido por su frondoso historial delictivo. Este dato, confirmado por la defensa, explica cómo el fiscal procedió rápidamente a imputar a Webber Kaefer, pese a que todas las pruebas apuntan a que él es en realidad la víctima.
EL CASO
Jorge Ricardo Arriola, utilizando falsificaciones y argucias legales, logró despojar a Webber Kaefer de su propiedad, un terreno de 20 hectáreas ubicado en el km 26 Acaray de Minga Guazú, cerca del aeropuerto Guaraní. El inmueble, adquirido por Webber Kaefer en 2013 a la empresa Albarus S.A., fue objeto de un elaborado fraude en el que Arriola, con la complicidad de un supuesto pastor evangélico, de nombre Bernardino Insaurralde, quien le ayudó a convencer a la víctima a acceder al trato, manipuló un contrato para apoderarse de las tierras, valuadas en USD 3 millones.
El fraude se concretó cuando Arriola convenció al empresario para firmar un poder especial por seis meses para vender la propiedad. Sin embargo, el estafador alteró el contrato original, falsificando la hoja de seguridad y transformándolo en un contrato de compra-venta definitiva, alegando falsamente haber pagado USD 600 mil por la propiedad.
A pesar de las abrumadoras pruebas que demuestran la falsificación y la mala fe de Arriola, el fiscal Delfino, aparentemente influenciado por las presiones del senador Ledesma, decidió imputar a Webber Kaefer. Este hecho pone en tela de juicio la imparcialidad del sistema judicial paraguayo y suscita preocupaciones sobre la posible corrupción dentro de las instituciones.
Lo más alarmante es que Jorge Ricardo Arriola, amparado por su relación con figuras poderosas, logró evadir la justicia una y otra vez. A pesar de tener al menos 20 antecedentes por estafas, incluidos fraudes a aseguradoras y la venta de vehículos siniestrados con documentos clonados, Arriola sigue en libertad, mientras que su víctima enfrenta cargos infundados.
Este caso no solo es un ejemplo de la corrupción que corroe las instituciones, sino también de la peligrosa inclinación de ciertos fiscales a proteger a los verdaderos delincuentes mientras persiguen a inocentes. La imputación de Jairo Webber Kaefer por parte del fiscal Delfino constituye un grave error jurídico que debe ser corregido antes de que cause un daño irreversible, remarcó la abogada del afectado.
En tanto, el ministro de la Corte Suprema, cuyo nombre es invocado por Arriola para ingresar sin problemas en juzgados, negó cualquier nexo con el acusado. Así también fuentes fidedignas mencionaron que, tras las primeras publicaciones de La Clave, hay agentes policiales y un fiscal víctimas de Arriola que también presentarán denuncia contra el mismo. Según los datos, el estafador habría vendido vehículos clonados a los afectados, que sufrieron importantes perjuicios a raíz de esta situación.