Una fuente ligada a la Policía Nacional y que merece credibilidad sostuvo que está en marcha un plan de rescate del presunto narcotraficante, Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, trasladado el martes último desde la cárcel militar Viñas Cué al penal de “máxima seguridad” de Minga Guazú. Los datos añaden que la primera etapa se concretó cuando trajeron a “Tío Rico” a la cárcel de Alto Paraná. En tanto, la segunda sería ejecutada por un grupo de criminales brasileños que, supuestamente, tomarán por asalto el penal para rescatar a Insfrán. El informante señaló además que se habría pagado mucha plata a la jueza para que decrete el traslado del presunto narco.
Un grupo criminal bien estructurado, integrado por al menos 20 hombres, estaría planeando rescatar al Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”, trasladado a la cárcel “modelo” de Minga Guazú, el martes último. Datos a los que accedió La Clave indican que el plan cuenta con tres fases: la primera ya se concretó con el traslado de Insfrán al referido penal, la segunda sería atropellar la cárcel modelo, tomar como rehenes a los guardiacárceles y rescatar al objetivo; en tanto, la tercera y última fase sería mantenerlo en la clandestinidad.
SEGURIDAD VULNERABLE
Supuestamente, este plan de rescate se empezó a gestar luego del amotinamiento que ocurrió el 29 de julio pasado en el penal de “máxima seguridad” del km 20 Acaray de Minga Guazú, cuando 36 reos se revelaron y se adueñaron del penal catalogado por las autoridades como el más seguro del país; sin embargo, aquel día los presos pusieron a prueba el sistema de seguridad exigiendo, entre otras cosas, mejor alimentación, el uso de teléfonos para comunicarse con sus familiares o abogados, y prolongar las horas de visitas. Tras varias horas de negociación, los internos se calmaron, abrieron los portones y permitieron que la Policía ingrese para poner de nuevo el orden dentro de la cárcel.
Los reclusos destruyeron cámaras de circuito cerrado, rompieron focos y bloquearon la visibilidad de los guardiacárceles utilizando sus colchones. El director de la penitenciaría, Julio Careaga, comunicó rápidamente el hecho a la Policía Nacional y en cuestión de minutos llegó al sitio un importante contingente de uniformados, liderados por el propio director de Policía del Alto Paraná, Crio. Gral. Insp. Feliciano Martínez.
Ya cerca de las 13:00 de ese día, los reclusos levantaron la medida de fuerza y permitieron el ingreso de los policías y más guardiacárceles, dejando en ridículo al Ministerio de Justicia, ya que el Gobierno presentó el reclusorio como “modelo”, sin embargo, con lo sucedido quedó demostrado que el sistema de seguridad del nuevo penal es extremadamente vulnerable, atendiendo a que solo 36 reclusos pudieron tomar el control del presidio sin problema alguno. Ahora, con la llegada de 14 presos del PCC y de “Tío Rico”, la situación es aún más preocupante. Este penal, que cuenta con 432 celdas, albergará a más de 1.300 personas privadas de libertad.
MUCHA PLATA
Presuntamente, Miguel Ángel Insfrán habría desembolsado una gran cantidad de dinero para conseguir su traslado de la cárcel militar de Viñas Cué al penal de “máxima seguridad” de Minga Guazú, donde la semana pasada llevaron al mismo sitio a una veintena de miembros del PCC y del clan Rotela. La responsable de esta movida es la jueza Rosarito Montanía, según confirmó Víctor Manuel Benítez, viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia.
“Tío Rico”, procesado en el marco del operativo A Ultranza PY, que investiga una red de lavado de dinero, tendrá una serie de restricciones, como la prohibición de recibir visitas conyugales, imposibilidad de acceso a televisión, radio y otros artefactos. No obstante, existe un peligro de que el poderoso grupo criminal ejecute el plan y lo rescate del reclusorio donde fue traído de Asunción.