
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), Francisco Ruiz Díaz, cumple un año al frente del ente en medio de fuertes críticas y denuncias que cuestionan su desempeño. Nombrado en agosto de 2023 por el presidente de la República, Santiago Peña, su gestión fue calificada como “pobrísima” por diversos sectores, generando un clima de descontento y desconfianza. En Alto Paraná existen innumerables problemas de tierras, sin embargo, el mismo no demuestra ningún interés en solucionar los conflictos.
A pesar de los esfuerzos de Ruiz Díaz por proyectar una imagen de “arduo trabajo”, las acusaciones de inacción en el cargo y persecución política dentro del INDERT empañaron su gestión. Según informes proporcionados por funcionarios subalternos, miembros del equipo político de Honor Colorado se dedicaron este primer año a perseguir a funcionarios que responden a otros sectores del Partido Colorado, lo que aumentó las tensiones internas.
Una de las críticas más contundentes señala que la gestión de Ruiz Díaz se concentró casi exclusivamente en el proyecto SIRT (Sistema de Información de Recursos de la Tierra), un programa que permite al INDERT manejar recursos sin una rendición de cuentas adecuada, dando a entender un manejo venal y desprolijo de esos fondos. Sin embargo, no se observan avances significativos. “Todo es propaganda”, afirman sus detractores, quienes sostienen que los logros que el presidente actual publicita como propios son en realidad herencia de la administración anterior. Los títulos de tierras que Ruiz Díaz entregó en su primer año, aseguran, fueron gestionados y aprobados antes de su llegada al cargo.

El presidente del INDERT también es cuestionado por su enfoque mediático y su dependencia de ciertos periodistas para manejar su imagen pública. El trabajador de prensa Horacio Enciso, quien maneja las redes sociales de Ruiz Díaz, y la pareja del propio presidente, Miriam Rodríguez, quien también es periodista, fueron señalados por su rol en controlar la narrativa mediática, presuntamente utilizando recursos de la institución para silenciar críticas de otros medios.
SITUACIÓN ALARMANTE EN EL ALTO PARANÁ
En el Alto Paraná, la situación es particularmente alarmante. Los conflictos por tierras en este departamento no fueron atendidos con la seriedad que ameritan. Los funcionarios regionales se encuentran prácticamente inoperativos, sin poder de decisión, mientras que las decisiones clave son tomadas por altos funcionarios en Asunción. Esta centralización de poder dejó a la región en un estado de abandono, exacerbando los problemas ya existentes.
A un año de su nombramiento, Francisco Ruiz Díaz enfrenta una creciente presión para demostrar resultados concretos y resolver los problemas que afectan al ente agrario y a las comunidades que dependen de sus servicios. Mientras tanto, las críticas continúan acumulándose, poniendo en duda la efectividad de su liderazgo y la transparencia de su gestión.