A un año de la administración del presidente Santiago Peña, el horizonte de Paraguay se presenta lleno de promesas y transformaciones, impulsadas por una nueva filosofía de gestión en Itaipu Binacional. Bajo el liderazgo del Ingeniero Justo Zacarías Irún, director general paraguayo de la entidad, esta transformación no es solo una cuestión de políticas y proyectos; es un cambio profundo que se sentirá en las calles y en la vida cotidiana de cada ciudadano.
El nuevo modelo de gestión de Itaipu no se limita a la optimización de recursos o la mejora de procesos internos; va mucho más allá. Es un enfoque integral que coloca al bienestar de la ciudadanía en el centro de todas sus decisiones. Las recientes negociaciones entre los presidentes Santiago Peña y Luiz Inácio Lula da Silva, que resultaron en una tarifa más alta para la entidad, han sido un punto de inflexión que permitirá liberar fondos para proyectos estratégicos. Estos fondos se están canalizando hacia inversiones que no solo son necesarias, sino urgentes para mejorar la calidad de vida de los paraguayos.
Entre las iniciativas que ya comienzan a materializarse, destacan la duplicación del número de patrulleras para la Policía Nacional y la adquisición de nuevos mamógrafos y ambulancias para el sistema de salud pública. Estos proyectos, más que simples adiciones de infraestructura, representan un compromiso con la seguridad, la salud y el bienestar de la población. Es un enfoque que refleja la visión de un Estado que entiende que el progreso debe ser inclusivo y palpable para todos.
Además, la histórica venta de energía eléctrica a Brasil no solo marca un hito en las relaciones energéticas entre ambos países, sino que también es un claro indicio de la capacidad de Paraguay para negociar y capitalizar sus recursos en beneficio de su pueblo. Este logro es solo el comienzo de lo que promete ser una serie de proyectos que fortalecerán la posición de Paraguay en el escenario regional.
El director Zacarías Irún ha dejado claro que este es solo el inicio de una nueva era para Itaipu y para Paraguay. Bajo su dirección, la entidad ha adoptado una filosofía de gestión que se alinea estrechamente con las necesidades reales del país, coordinando esfuerzos con ministerios y organismos gubernamentales para asegurar que los beneficios lleguen a donde realmente se necesitan, sin sesgos políticos ni regionales.
Este cambio en la gestión de Itaipu es más que una simple reorientación administrativa; es una declaración de intenciones. Es el reconocimiento de que Paraguay merece una gestión eficiente, transparente y comprometida con el desarrollo sostenible. A medida que estos proyectos se materialicen y sus efectos se hagan visibles en las calles, la ciudadanía podrá ver de primera mano cómo un nuevo modelo de gestión en Itaipu está transformando su entorno y su futuro.
Todo hace suponer que estamos siendo testigos del inicio de una nueva era de progreso y bienestar para Paraguay, donde Itaipu no solo es un generador de energía, sino un catalizador de desarrollo y esperanza para nuestra Nación.
