Pablo Kovacs, consultor empresarial, habló sobre la evolución del liderazgo en los últimos años. Según el experto, la figura del líder ya no se limita a dar órdenes, sino que se ha transformado en un rol mucho más complejo y humano. “Son gestores de crisis, además de guiar al equipo”, indicó en una entrevista en el programa Contrarreloj de radio La Clave.
Kovacs señaló que en el pasado, el líder era visto como una figura autoritaria que dictaba las reglas. Sin embargo, esta percepción cambió radicalmente. Hoy, un guía eficaz debe ser capaz de mucho más que simplemente delegar tareas. “El liderazgo moderno va más allá de las habilidades técnicas. Un buen líder debe ser capaz de motivar, inspirar y conectar emocionalmente con su equipo. Es como un director de orquesta que debe armonizar las diferentes piezas para lograr un objetivo común”, expresó.
En un entorno empresarial cada vez más dinámico y desafiante, los líderes juegan un papel crucial en la resolución de problemas. “Los líderes de hoy son gestores de crisis. Dentro de todo ese conjunto de cosas, el guía tiene que atender, por un lado, la necesidad de su equipo, y por otro, también los objetivos de la empresa. Entonces, está ahí en el medio del campo de batalla administrando problemas”, indicó el profesional.
Una de las claves del liderazgo exitoso es la comunicación efectiva. “Un líder debe ser capaz de transmitir claramente la visión de la empresa y motivar a su equipo a trabajar hacia un objetivo común. La falta de comunicación es una de las principales causas de conflictos y baja productividad en las organizaciones”, dijo el consultor.
Kovacs hizo hincapié en un problema común: “Muchos líderes se quejan de que sus equipos no se comprometen, pero a menudo la raíz del problema es una comunicación deficiente. Si el líder no comunica de manera clara las metas y expectativas, los colaboradores se sentirán inseguros y desmotivados. Un guía eficaz construye canales de comunicación sólidos para que todos comprendan la dirección al que se apunta”.
Así también, Pablo explicó que el ejemplo personal es fundamental para inspirar a los demás. “Un líder debe ser el primero en practicar los valores que predica. La incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace mina la confianza y la motivación de los colaboradores”, sostuvo.
