La producción agrícola se enfrenta a un escenario difícil, marcado por bajos precios, altos costos de producción, dificultades logísticas y un panorama climático incierto. Sin embargo, a un mes de iniciar la campaña agrícola 2024/2025, los productores se preparan con la esperanza de obtener buenos rendimientos para compensar la caída de los costos y las adversas condiciones del mercado. Alto Paraná, que concentra el 30% de la producción nacional de soja, destacó en la última zafra con los mejores rendimientos de la oleaginosa.
El Ing. Rubén Sanabria, representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) en la región, explicó que los productores están trabajando en los cultivos de invierno y preparándose para la siembra de soja. “A la par que el trigo, avena y la canola se desarrollan, las familias productivas están iniciando la adquisición de insumos y la preparación de suelos en las parcelas libres. En agosto empezamos a realizar las desecaciones para empezar en la segunda semana de setiembre la siembra masiva de la soja. Siempre hay preocupación por cada zafra que inicia”, indicó.
Sanabria, además, aseveró que la superficie de cultivo se estancó en 3.500.000 hectáreas, con Alto Paraná aportando el 30%. “Esta situación se debe a diversos factores, como el clima, los precios internacionales y la inseguridad en zonas de San Pedro, Canindeyú y Concepción; entonces, no hay garantía para la siembra”, alegó.
La pecuaria también enfrenta desafíos similares. “El hato ganadero está estancado por factores internos y externos. En el ámbito internacional, las medidas proteccionistas de la Unión Europea amenazan la competitividad de nuestros productos. Sin embargo, Paraguay tiene el potencial para competir el mercado extranjero”, refirió el representante de la CAP.
En Itapúa, Paulo Marcio De Souza expresó su preocupación por las bajas perspectivas de precios para la soja, que cayeron de USD 430 a USD 335 por tonelada. Además, la posibilidad de un fenómeno de La Niña genera incertidumbre sobre las condiciones climáticas. “Esperamos que no se materialice y tengamos una buena campaña, especialmente en la zona norte que ha sufrido sequías en los últimos años”, señaló.
Los altos costos de insumos, especialmente los fertilizantes, representan otro desafío para los productores. “Es preocupante porque el año pasado ya pagamos caro y los costos no bajaron. Principalmente, los costos de los fertilizantes están altos mientras que otros defensivos bajaron, pero muy poco. Es necesario invertir en calidad y tecnología para obtener buenos rendimientos, pero los costos siguen siendo elevados”, afirmó De Souza.
