Las calles del microcentro de Ciudad del Este, otrora símbolo de progreso y modernidad en los 70 y 80, se han convertido en un laberinto de baches y grietas, situación que se acentuó en los 90 y persiste hasta hoy. La principal culpable de esta situación, según denuncian residentes, empresarios y trabajadores, es la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP).
La indignación ciudadana ha llegado a su punto máximo tras la nueva reparación, o más bien, el nuevo destrozo, causado por la ESSAP en la avenida San Blas casi coronel Toledo, zona norte del microcentro comercial. Ninfa Monges, vecina de ese sector, no ha dudado para expresar su enojo a través de las redes sociales, dirigiéndose directamente al intendente Miguel Prieto.
Por un lado, reconoció el trabajo de la Comuna, que el año pasado ha bacheado esa zona, pero hoy presenta nuevos baches provocados por trabajos de reparación debido a fugas que presenta la red de agua en ese punto, pero por el otro fustigo a la aguatera. “Sabemos de tu inmenso esfuerzo en dejar bien las calles de CDE, pero esta gente de la ESSAP ya no tiene vergüenza en destruir las calles y dejar todo destrozado», clamó, reflejando el sentir de muchos esteños.
Y es que la situación se repite una y otra vez. Las cuadrillas de la ESSAP realizan reparaciones en las cañerías, pero dejan tras de sí un rastro de destrucción que parece no importarles. Los baches se convierten en trampas para vehículos, en obstáculos para peatones y en un constante recordatorio de la negligencia de una empresa estatal.
La respuesta del intendente Prieto no se hizo esperar. Visiblemente molesto, expresó su impotencia ante la situación, recordando que las calles recién reparadas vuelven a ser dañadas por la ESSAP. Sin embargo, las palabras parecen quedarse cortas ante la magnitud del problema.
Los ciudadanos, por su parte, no se quedan de brazos cruzados. En las redes sociales, se multiplican las críticas y las propuestas. Algunos sugieren denunciar a la ESSAP, otros proponen crear una plataforma para visibilizar los daños causados, y hay quienes claman por una mayor coordinación entre la Municipalidad y la empresa estatal.
La raíz del problema es compleja. Por un lado, la antigüedad de las cañerías de la ESSAP provoca constantes fugas y la necesidad de reparaciones frecuentes. Por otro lado, la falta de coordinación entre las instituciones y la aparente falta de interés de la empresa estatal en solucionar el problema de fondo agravan la situación.
Es evidente que la ciudadanía de Ciudad del Este merece mejores condiciones de vida. Las calles en buen estado no son un lujo, sino un derecho. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto y exijan a la ESSAP un compromiso real con la reparación y el mantenimiento de la infraestructura urbana.