JOSÉ DOMINGO OCAMPO, Caaguazú. El ingeniero agrónomo Juan Esteban Aranda lleva más de una década dedicado a la producción de cúrcuma. Esta planta medicinal, originaria de la India, encontró en Paraguay un clima y suelo ideales para su desarrollo, convirtiéndose en un cultivo de gran potencial. No obstante, el productor señaló la necesidad de intensificar la promoción de este tubérculo.
“La producción siempre estuvo presente en mi familia, mi madre la cultivaba para nuestro consumo, y yo comencé a hacerlo a nivel comercial. El cultivo requiere de ciertas condiciones, como un 30% de sombra”, expresó el ingeniero, quien ofrece sus productos en una feria ubicada al costado de la parada de ómnibus de José Domingo Ocampo.
Aranda indicó que la cúrcuma fue utilizada durante siglos en la medicina tradicional oriental por sus propiedades curativas. Su principal componente activo, la curcumina, posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas, lo que la convierte en un aliado natural para combatir diversas afecciones. Además, es muy popular en la gastronomía.
En cuanto al rendimiento, dijo que “produce de 3 a 4 kilos por metro cuadrado, pero no tenemos suficientes semillas para el cultivo a gran escala. La misma planta que la gente compra para su consumo se usa para semilla, por lo que hay una escasez generalizada. Tengo tres hileras de 45 metros, el rendimiento es de 600 a 800 kilos de esa cantidad plantada”.
Señaló que existe un mercado considerable para la cúrcuma si se difunde adecuadamente. “Con la debida promoción, tendremos suficiente stock, pero la gente aún no la conoce lo suficiente. Es importante que el Gobierno acompañe al productor en ese aspecto”, afirmó.
Por otro lado, Aranda sostuvo que el agricultor necesita diversificar su producción. “Un cultivo debe financiar al otro. Si dependemos del sistema financiero, es complicado, porque la agricultura es una actividad riesgosa. Luego, no se puede pagar la deuda y se generan problemas en el sistema crediticio”, aseveró.
La demanda de cúrcuma a nivel mundial está en constante crecimiento, lo que abre nuevas oportunidades para los trabajadores del campo. El conocimiento y la experiencia de productores, como el ingeniero Aranda, sumados a las condiciones favorables del clima y suelo del país, posicionan a Paraguay como un potencial exportador de este rizoma.
