
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) anunció la suspensión temporal de la importación de tomates, con el objetivo de proteger la abundante producción nacional y garantizar precios justos, tanto para los productores como para los consumidores. Al respecto, el labriego Teodoro Galeano, de la comunidad El Triunfo del distrito de Minga Guazú, señaló que se trata de una decisión acertada. “Nos beneficia bastante”, indicó.
La decisión, que entró en vigencia el miércoles último, se basa en el excedente de tomates en el mercado interno, situación que genera dificultades para que los productores locales vendan sus cosechas a precios rentables. “No tiene sentido dar permisos de importación si nosotros tenemos productos acá en Paraguay”, afirmó el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez. “Esta medida busca que se compren los productos nacionales, porque es grave que nuestra gente que ha producido no pueda vender o que vendan a precios muy bajos”, agregó.
Señaló que la institución está ayudando a los pequeños productores en el traslado de su cosecha a los centros de comercialización, a fin de evitar las intermediaciones que muchas veces distorsionan el precio del producto.
En el caso del locote, también ya se observa una buena producción nacional en el mercado interno, aunque en ese caso sí los precios están encontrando un punto de equilibrio que satisface tanto a productores como consumidores.
MEDIDA ACERTADA
Galeano indicó que la suspensión de la importación de tomates es una medida crucial para el bienestar de los agricultores. “La situación era insostenible, con precios del tomate que se disparaban sin razón. En nuestra finca, por ejemplo, vendemos el kilo a menos de G. 10.000, mientras que el consumidor final paga al doble”, explicó.
El labriego denunció la falta de control como la principal causa de esta disparidad de precios. “No hay justificación para que el tomate se venda a precios tan altos”, aseveró.