Tras denuncia recibida en la unidad especializada en hechos de violencia familiar, a cargo de la fiscal Liliana Duarte, se imprimieron los trámites investigativos contra un agente policial con grado de suboficial que presta servicio en el Alto Paraná. Con el diagnóstico médico y el informe preliminar devenido de la contención sicológica, se procedió a la fundamentación de la imputación penal.
Si bien la denuncia data del año pasado, la representación pública resolvió imputar al suboficial Cristian David Enciso Martínez, con cargo por violencia familiar, basada en datos relevantes provenientes de los departamentos de medicina forense y asistencia a víctimas del Ministerio Público. La causa fue abierta en diciembre del año pasado por denuncia presentada por su expareja, en cuyo domicilio fue violentada.
Habría cometido el hecho en estado etílico, según se desprende de las declaraciones de la mujer que, en su ratificatoria, señaló que era permanente amenazada y denigrada por el uniformado que se valía de su arma reglamentaria para amedrentarla.
CELOSO Y MUY BORRACHO
En su declaración, la mujer víctima dijo que las agresiones físicas y sicológicas se venían repitiendo desde tiempo atrás, hasta que se vio obligada a expulsar al policía de su vivienda. Cada vez que se emborrachaba, el uniformado visitaba a escondidas la casa de su expareja sin poder dominar sus celos desmedidos y siempre bajo efectos del alcohol, según expresa el escrito de imputación elevado ayer al juzgado.
Enciso Martínez ingresaba a la vivienda forzando las aberturas y empezaba a verificar habitación por habitación y, a los gritos, decía a la mujer que era una “bandida y que no joda con él”, que había un “macho” escondido en la casa, entre otros epítetos grotescos. En varias ocasiones, el agente la habría golpeado con los puños en el rostro o la estiraba de los pelos para no “dejar marcas”, acorde con su declaración.
Amenazaba que cualquier denuncia resultaría en vano, dado que tenía contactos en los tribunales y la Fiscalía y siempre le señalaba el uniforme y su arma reglamentaria, asegurándole que la mataría a ella y a su hijo. La Fiscalía solicitó al juzgado que ordene el arresto domiciliario del incoado, con severas condiciones que protejan a la denunciante.