Alcides Noguera, residente del kilómetro 20 Acaray, Minga Guazú, refirió que el desagüe pluvial de la nueva penitenciaría de varones de Alto Paraná desemboca directamente en la calle. Según afirmó, los vecinos han solicitado la construcción de un sistema de alcantarillado que dirija el agua hacia un arroyo cercano, pero hasta el momento no han recibido respuesta.
Además, cuestionan la calidad del asfalto del acceso al penal, desde la Ruta PY02. “No se niveló la tierra, no se limpiaron los costados y ahora el pasto colonial está creciendo, lo que hace que la ruta sea aún más angosta”, señaló Noguera.
Enfatizó la necesidad de limpiar los costados de la vía, ya que en su estado actual representa un peligro para los peatones, especialmente estudiantes que se dirigen a pie a la escuela. Otro reclamo importante es la falta de iluminación en todo el sector. “De noche, el lugar está completamente a oscuras. Ni siquiera hay alumbrado público frente a la penitenciaría. En algunos puntos sí hay iluminación, pero ha sido instalada por los propios vecinos, no por el Ministerio de Obras Públicas”, resaltó el poblador.
