El Ing. Ignacio Ortiz Domínguez, que brinda asesoría a pequeños agricultores, indicó que la burocratización frena el crecimiento de este sector fundamental para la economía nacional. En una entrevista con el diario La Clave, señaló que simplificar los trámites y eliminar requisitos innecesarios permitirían a los labriegos acceder de manera más fácil a los recursos y oportunidades que necesitan para crecer y prosperar.
Ortiz Domínguez enfatizó que la complejidad burocrática actual desalienta la participación y el crecimiento de los productores de menor escala. “Para acceder a una asistencia circunstancial del Gobierno, un productor debe estar organizado en un comité de agricultores reconocido por diversas entidades gubernamentales, además de cumplir con requisitos, como RUC y caja de ahorro”, explicó.
Ante esta situación, el experto propone desburocratizar los procesos para empoderar a los pequeños agricultores. “Las gobernaciones tienen que marcar más presencia, a través de la Secretaría de Agricultura, para simplificar y agilizar el proceso (…) no hay un plan de reacción inmediato para casos de emergencia, se tiene que esperar el presupuesto del año para desembolsar esos fondos que son de contingencia”, aseveró.
Lamentó que, a pesar de contar con tierra fértil y mano de obra capacitada para producir alimentos para más de 80 millones de personas en el mundo, los pequeños agricultores en Paraguay se vean obstaculizados por trámites burocráticos excesivos. “Es irónico que, teniendo tierra fértil y gente trabajadora, tengamos que empantanarnos con cosas demasiado básicas. Se tiene que crear un plan más consolidado y con más acompañamiento de las autoridades”, acotó.
Por otro lado, el profesional explicó que a nivel de pequeña finca, la producción se divide entre el autoconsumo de productos básicos y la venta para generar ingresos, principalmente a través de la huerta familiar.
Un ejemplo de dicho modelo es el grupo de 50 familias de horticultores del distrito de Juan León Mallorquín. Inicialmente, asistían a la feria hortigranjera de Ciudad del Este una vez por semana, pero con el tiempo la demanda aumentó y ahora realizan entregas dos veces por semana. En ese sentido, el ingeniero mencionó que la futura habilitación del Abasto Este en Minga Guazú abre la posibilidad de convertirlas en una actividad diaria, mejorando los ingresos de los labriegos y, consecuentemente, su calidad de vida.