Los agentes de la Receita Federal y la Policía Federal del Brasil detuvieron ayer a la mañana a un paraguayo que transportaba 150 kilos de marihuana oculta en el doble fondo de una camioneta con chapa paraguaya. Los intervinientes interceptaron el rodado en la Aduana de Foz de Yguazú y, tras una inspección, encontraron la droga. Este tipo de incautaciones se da a diario en el lado brasilero, en tanto en el lado paraguayo, los antidrogas solo realizan procedimientos que terminan en requisas de insignificantes dosis de crack o marihuana, mientras los peces gordos del narcotráfico ni siquiera son molestados.
El contraste de los procedimientos realizados en el Brasil y el Paraguay demuestran que los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas y (SENAD) el departamento antinarcóticos de la Policía Nacional prácticamente están solo para calentar sillas en su respectivas unidades.
Ayer, un ciudadano paraguayo, cuyos datos no transcendieron, fue detenido en la cabecera del Puente de la Amistad, en lado brasilero. El mismo circulaba en una camioneta Ssangyong Rexton, de color dorado, con chapa paraguaya, y cuando se disponía a cruzar la frontera fue interceptado por los agentes de la Receita Federal y la Policía Federal del Brasil para una verificación de rutina.
Durante el procedimiento de inspección, los intervinientes notaron que el compatriota se puso nervioso, por lo que realizaron un minucioso registro del rodado, y lograron encontrar un doble fondo donde eran transportadas 215 tabletas de marihuana prensada, que totalizaron 150 kilos de la droga.
Inmediatamente, el conductor del vehículo fue detenido y acusado de tráfico internacional de drogas y fue trasladado a la base de la Policía Federal, al igual que las evidencias.
Este procedimiento denota que los organismos de control del vecino país tienen un compromiso real en el combate al tráfico de drogas, muy diferente a los antidrogas en el lado paraguayo, quienes a diario realizan procedimientos insignificantes con incautaciones de pequeñas porciones de marihuana y crack, que casi siempre culminan sin detenidos.