Obra ante el despacho del juez penal de garantías Amílcar Marecos escrito de acusación presentado por la fiscal especializada en hechos punibles contra menores y adolescentes, Vivian Coronel, contra un degenerado que abusaba sexualmente de su hija biológica. Conforme elementos de sospecha colectados durante la etapa preparatoria, el acusado es responsable de la tipificación de abuso sexual en niños.
Está identificado como J.P.S., de 68 años, quien según la investigación abusó por espacio de seis años de su hija menor, desde que la misma contaba con solo nueve años. Ocurría en el interior de la vivienda familiar ubicada en la fracción Norma Luisa de Minga Guazú. El depravado, incluso, estaba siguiendo tratamiento médico y contaba con una sonda en el órgano genital cuando cometía las agresiones sexuales contra su hija.
Luego de soportar por largos años los vejámenes a los que la sometía su padre biológico, la menor, pese a las amenazas de su progenitor pervertido, confesó a su madre los hechos y ésta puso a conocimiento de la autoridad competente.
RUDOS Y SALVAJES SOMETIMIENTOS
Radicada la denuncia formal en sede de la fiscalía regional, la fiscal Vivian Coronel, imprimió los trámites pertinentes y ordenó que los organismos competentes den soporte a las investigaciones. Así, la víctima fue entrevistada por la sicóloga forense, quien ofició sobre los resultados preliminares y sugirió tratamiento. A su vez, el médico forense de turno, confirmó la existencia de la hipótesis denunciada.
Ya en la Cámara Gesell, la niña, hoy adolescente, entregó detalles desgarradores de los abusos a los que era sometida por su propio padre biológico. El degenerado abusaba de la niña desde los nueve años, según dijo en el anticipo jurisdiccional de prueba, instancia en la que también contó que iba escapar con su madre, pero fueron descubiertas y una vez más abuso de la niña esa misma noche.
El sujeto había peleado con la madre de la niña, quien le reclamó los hechos cuando su hija menor le confesó que era abusada por su padre, según los antecedentes. Ahora, deberá responder por sus actos durante el contradictorio público.
La unidad fiscal especializada dice contar con elementos contundentes en contra del sujeto, al que espera sumar, el último resultado de la prueba de VIH, a la que fue sometida la víctima y que complicaría aún más la situación del pervertido.