Concejales municipales que responden a los intereses del intendente de Presidente Franco, Roque Godoy (PLRA), aprobarían hoy en sesión ordinaria la ejecución presupuestaria del cuestionado jefe comunal, sin análisis serio ni documentaciones respaldatorias, como viene pidiendo el concejal Hugo Mendoza (ANR), uno de los pocos que se opone a la aprobación del documento “a ciegas”, como pretenden los ediles. No se descarta, sin embargo, que convoquen a una extraordinaria para mañana mismo o para el jueves para “liquidar el tema”.
Aunque, legalmente tienen tiempo hasta el próximo 10 de mayo para aprobar o rechazar la ejecución presupuestaria 2023, hoy, en sesión ordinaria, los concejales leales a Roque Godoy podrían aprobar la rendición de cuentas sin estudio ni objeciones. El concejal colorado Hugo Mendoza es el único que sigue esperando el informe detallado y documentado que justifique los gastos de la ejecución presupuestaria del 2023.
En tanto, la decisión de aprobar el balance del año pasado a como dé lugar ya se habría concretado la semana pasada durante una reunión realizada entre el intendente Godoy y seis concejales liberales obsecuentes. El propio jefe comunal se encargó de viralizar el encuentro, con una selfie posteada en sus redes sociales. Los que aparecen en la foto junto al intendente son los liberales Lucio Vera, Jorge Fernández, Roberto Brizuela, Amelio Garcete, Luis Fernando Vargas y Semión Duarte. Se prevé que al menos uno o dos ediles colorados se presten al “pacto azulgrana” y aprueben el documento, que estaría plagado de irregularidades, que serán blanqueadas por la aprobación.
En recientes declaraciones, el concejal Mendoza indicó que pudo notar un llamativo desfasaje entre la recaudación real y los gastos en jornales, situación que causa un déficit presupuestario y, consecuentemente, el principal rubro perjudicado es el de las obras y servicios públicos que debe ofrecer la Comuna.
Esta situación irregular que perjudica a las arcas de la institución municipal ya se viene dando desde el 2022 y cada año el presupuesto es inflado con números irreales, lo cual no obstante sirve al objetivo de contratar a operadores políticos, que son claves para las pretensiones electoralistas del clan Godoy-Torres.