Durante la “Operación Hormiga, se logró desmantelado una de las redes de contrabando que opera en la frontera entre Brasil y Paraguay, logrando incautar diferentes tipos de mercaderías. La intervención estuvo a cargo de fiscales de la Receita Federal del Brasil (RFB) y la Policía Federal (PF) en Foz de Yguazú y Cascavel.
Se desmanteló un esquema conocido como el contrabando hormiga, donde los contrabandistas fraccionaban los envíos en pequeñas cantidades para evitar la detección en la región fronteriza. El esquema consistía en transportar pequeñas cantidades de mercancías desde Foz de Yguazú hasta la región de Juranda, en el Estado de Paraná.
Allí, las mercancías se reunían y se completaban las cargas en autobuses turísticos con destino a São Paulo. Esta estrategia pretendía burlar los controles fronterizos, ya que, en caso de ser interceptados, los contrabandistas aparentaban transportar solo mercancías dentro de la cuota permitida.
La Operación Hormiga culminó con la retención de seis autobuses turísticos que transportaba millones en mercancías, entre productos electrónicos, teléfonos inteligentes, ropa, perfumes, bebidas y juguetes. Además, se incautaron 18 kilos de marihuana y se detuvo a una mujer por tráfico de drogas.
La Receita Federal señala que el aumento de las incautaciones en la región trinacional ha obligado a los grupos de contrabandistas a modificar sus estrategias. El fraccionamiento de los envíos, aunque aumenta el costo logístico, les permite pasar desapercibidos en los controles fronterizos.
La RFB destaca la importancia de las operaciones conjuntas entre las instituciones de seguridad y fiscalización para combatir el contrabando y el tráfico de drogas. La coordinación de esfuerzos permite un enfoque más eficiente y completo para enfrentar estas actividades ilícitas.
