PRESIDENTE FRANCO. Los vendedores del mercado de abasto expresaron su descontento con la terminal de ómnibus habilitada en febrero del 2020. Afirman que la infraestructura “no sirve para nada”, a pesar de que costó unos 1.300 millones de guaraníes a la Municipalidad, administrada por Roque Godoy. Exigen a las autoridades realizar las gestiones necesarias para utilizar nuevamente la estación de buses.
La terminal, ubicada en el barrio San Sebastián junto al mercado de abasto, representa una inversión significativa para la ciudad. Sin embargo, desde su inauguración hace cuatro años, permanece sin uso, generando frustración entre los comerciantes que esperaban un aumento en la afluencia de clientes.
Los trabajadores del centro popular de compras exigen a las autoridades que gestionen la reactivación inmediata de la estación. Argumentan que su reapertura dinamizaría la economía local, generando nuevas oportunidades de negocio y beneficiando a toda la comunidad.
“Se tiene que abrir la terminal para que tengamos más clientes. Hace años que la infraestructura no se usa, es para el pueblo”, expresó una vendedora del mercado. “No vemos el fruto de esa inversión, se gastó en vano. La terminal a nadie le sirve”, lamentó otro comerciante.
Por otro lado, el concejal municipal Roberto Brizuela, en la última sesión ordinaria, propuso que las empresas de transporte urbano e interurbano vuelvan a utilizar la parada como punto de partida y llegada de sus servicios. Esta medida permitiría aprovechar la infraestructura existente y reactivar la actividad en la zona.
“El intendente puede realizar las gestiones para agregar los itinerarios. Si se logra esto se aumentará las ventas en el sector, lo antes posibles para velar por el crecimiento del mercado de abasto”, refirió el edil en su solicitud, al tiempo de señalar la existencia de numerosos pedidos por parte de empresas de transporte que desean utilizar la terminal como parada para sus rutas hacia el sur del departamento.
¿SOBREFACTURACIÓN?
En agosto de 2019, la concejal Blanca Acuña (ANR) denunció presuntas irregularidades en los costos de la parada. Estimó que no superaría los G. 500 millones, mientras que el monto adjudicado fue de casi G. 1.300 millones.
En ese momento, el intendente Godoy salió al paso de las acusaciones, asegurando que la obra se había realizado de acuerdo al proyecto y presupuesto establecidos. Justificó el precio elevado por las características del terreno, que requirió trabajos adicionales de compactación, construcción de muros de contención y una base firme para la estructura de la terminal.