Luego de su intervención en la presunta congregación religiosa católica “Hijas de Nuestra Señora de Caacupé”, clausurada en el año 2.¡021 por el obispo Guillermo Steckling, la fiscal Vivian Coronel, de la unidad especializada antitrata, procesó con pedido de prisión a la única detenida. En tanto, está siendo buscada quien sería la “cerebro” del esquema que utilizaba a la Iglesia Católica para cometer sus crímenes.
Implicada en los hechos investigados, inició procedimiento penal contra Olga Bogado Cubas, de 33 años, afincada en el km 14 Acaray, a 2.000 metros de la Ruta PY02, donde fue detenida como responsable del supuesto hogar de niños. Su misión era reclutar niños/as y adolescentes en estado de vulnerabilidad para luego someterlos/as, con fines de explotación laboral, esclavitud y servidumbre.
En tanto, Rufina Salinas Acuña, de 54 años, cuyos demás datos se desconocen, está siendo buscada por la fuerza pública para ponerla a cargo de los investigadores. Fungía como superiora de la congregación, que bajo los hábitos religiosos cometía sus crímenes.
SOSPECHAN DE ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
Las dos imputadas. Serían apenas la “punta del ovillo”, por ser las cabezas visibles de la organización criminal. Bogado Cubas reclutaba a insolventes y vulnerables, interesados en ser religiosos. Así, convenció a una adolescente de 15 años, quien fue llevada junto Rufina a la ciudad de Luque, donde pasó siete meses en estado de servidumbre, fue despojada de su documento de identidad y la dejaron incomunicada.
Los engaños eran frecuentes y los lucros provenientes de sus crímenes eran tanto, que hasta lograron recibir millonarias ayudas hasta de la Itaipu Binacional en concepto de donaciones como congregación religiosa, según refiere el acta de imputación. El documento de la denunciante fue recuperado durante el allanamiento fiscal.
ARISTAS INSOSPECHADAS
A juzgar por las documentales probatorias con que cuenta la agencia fiscal que investiga la causa en su carpeta, se tendrían a otros implicados directos en los hechos. La fiscal Coronel tiene bajo resguardo testimonios de gran porte que estaría utilizando en la estación procesal oportuna, para cuando menos, sacar de circulación al menos por algún tiempo a los “cerebros” y “soldados” de la organización criminal.
La imputación es por trata de personas con circunstancias agravantes. Se reserva ampliación, pide prisión preventiva para la detenida y declaración de rebeldía para la prófuga Rufina Salinas Acuña.