El gobierno argentino intensificó las medidas de seguridad en Puerto Yguazú, en respuesta al reciente aumento de tensiones entre Irán e Israel. La decisión fue tomada luego de que el presidente Javier Milei expresara su apoyo a Israel y manifestara temores de posibles represalias.
El temor se fundamenta en que Argentina ya fue víctima de dos ataques en la década de 1990, donde se sospecha la participación de Irán. Con estos antecedentes se ha impulsado esta acción preventiva por parte de las autoridades argentinas.
Una vez más, la zona de la triple frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) es acusada de albergar a células dormidas del grupo extremista Hezbollah, que se teme podrían ser activadas por influencias iraníes.
La preocupación por la seguridad nacional hizo que Argentina haya fortalecido la seguridad también en la triple frontera con Bolivia, tomando medidas proactivas para prevenir cualquier eventualidad.
En el panorama latinoamericano, la postura del presidente Milei destacó al ser el único en defender el derecho a la legítima defensa de Israel. Esta posición se ve respaldada por la declaración de la justicia argentina que cataloga a Irán como un Estado terrorista por crímenes de lesa humanidad, permitiendo así que las autoridades iraníes puedan ser llevadas ante tribunales internacionales.
El trágico atentado ocurrido en Buenos Aires en 1994 dejó cicatrices profundas en la historia argentina. La justicia del país vecino ha concluido que dicho ataque fue orquestado, planeado, financiado y ejecutado bajo la dirección de autoridades del Estado Islámico de Irán, en el contexto de la Jihad Islámica, con la participación de la organización política y militar Hezbollah.
Con esta serie de medidas, Argentina busca proteger la seguridad de sus ciudadanos y prevenir cualquier amenaza que pueda surgir en un contexto de tensiones geopolíticas internacionales.