La noticia que corrió como reguera de pólvora en estos días y despertó la atención hasta de los médicos para explicar el caso fue la “resurrección” de una bebé tras declararse muerta en un centro asistencial. Actualmente, la niña permanece en terapia de un sanatorio privado y su progenitora en UTI del Hospital Regional. Los familiares gastan unos G. 2.500.000 por día en su tratamiento.
Los familiares apelan a la solidaridad de la gente para cubrir los gastos y califican de milagro lo sucedido con la niña. El padre refirió, por un lado, que está muy feliz con su hijita viva y, por el otro, siente mucha preocupación por su pareja, Nilsa Soledad Espínola, que sigue internada en Terapia Intensiva del Hospital Regional; por eso pide ayuda a la gente solidaria para afrontar la situación.
“Nos sentimos muy felices con mi princesa que a través de un milagro está con vida y tenemos mucha esperanza que evolucione positivamente, por otro lado también estoy muy preocupado por mi señora que sigue internada, tiene su plaqueta baja y gastamos mucho en su tratamiento”, remarcó Ignacio Medina, quien manifestó que le llamará Milagros de Jesús a la niña.
De los gastos de su hija en el sanatorio se encarga el Ministerio de Salud, pero su señora no recibe nada de remedios, salvo suero en el Hospital Regional, refirió Medina.
AYUDA
Para hacer llegar las ayudas, Ignacio Medina facilitó los datos: 0984 562 941 Giro tigo, cuenta bancaria: 81-8480158 Familiar, titular Ignacio Rodrigo Medina Vega, CI: 7539842. Dijo que la situación no está muy bien con ellos económicamente, pero están con la esperanza de cubrir todo con la ayuda de Dios y de la gente.
SANGRE
La madre de la niña, además de los medicamentos caros, también requiere de donación de sangre para reponer al banco de sangre. Le extrajeron a su hija del vientre a los siete meses de gestación y perdió mucha sangre. Sus datos para la donación sanguínea: Nilsa Soledad Espínola Fariña. CI: 5134811.
LA HISTORIA
Medina comentó que son de Minga Guazú, y la pareja recurrió al Hospital Regional el último viernes y los médicos le realizaron un aborto, teniendo en cuenta que la niña no tenía muchas condiciones de sobrevivir. Cerca del mediodía se les dijo que la bebé nació sin signos de vida y solicitaron a los padres que consigan el cajoncito.
Luego de unas tres horas, ya en el domicilio aguardando al tío, quien debía hacer el panteoncito “ocurrió el milagro”, la niña reaccionó y la llevaron urgente al hospital. Los doctores no quisieron creer y por eso se convirtió en la noticia más relevante de la semana y hasta ahora los médicos se rebuscan en antecedentes similares para explicar lo sucedido.