La juez penal de garantías Cinthia Garcete elevó a juicio oral y público la causa penal contra la madre de una niña de 12 años, abusada sexualmente por el agitador social condenado en otras causas,Rafael Esquivel, alias “Mbururu”. La despiadada mujer soporta cargo por proxenetismo, mientras el execrable sujeto fue acusado por abuso sexual en niños, que lo expone a elevadas penas carcelarias.
El auto interlocutorio lleva el número 228 y dispone elevar la causa para su discusión en contradictorio público, contra “Mbururu” Esquivel, acusado por la agente fiscal especializada en hechos punibles contra menores, Vivian Coronel, como autor de abuso sexual en niños. También a la madre de la niña sometida sexualmente por el presunto depravado, a quien responsabilizó de proxenetismo, según resultado de las pesquisas.
En la etapa preparatoria, se produjeron numerosas diligencias con las que la representación pública fundó su escrito de acusación presentada en tiempo y forma ante el juzgado penal de garantías para su valoración.
ESCLAVA SEXUAL
La madre convirtió a su hija de 12 años en esclava sexual del degenerado “Mbururu”, quien pagaba entre 100 y 200 mil guaraníes para retirar a la menor de su domicilio hasta un motel en las cercanías para someterla sexualmente, según concluyó la investigación. El caso fue denunciado por la defensora pública Claudia Lezme, quien solicitó la intervención de la agencia fiscal especializada con carácter de urgente.
La niña fue llevada a sede de la Fiscalía de CDE para realizar los trámites primarios de rigor, donde en entrevista sicológica de contención contó que su madre la obligaba a realizar actos sexuales con “Mbururu”, a cambio de dinero que el depravado abonaba en presencia de su víctima y ésta era amenazada para someterse al pervertido.
El informe remitido por la sicóloga Shirley Torres a la agencia fiscal contiene elementos más que contundentes sobre la existencia de los abusos sexuales. Otros detalles de los daños físicos sufridos por la víctima fueron igualmente presentados por la médica forense Ramonita García, confirmando plenamente los abusos.
Tanto la madre como el recluso “Mbururu” podrían ser condenados a levadas penas penitenciarias, al cabo del juicio oral y público, cuya fecha y tribunal deberá ser confirmada por la coordinación de juzgados de sentencia.
