La Policía Federal (PF) mantiene el refuerzo en los controles en las aduanas de los puentes internacionales que conectan Brasil con Argentina y Paraguay. La medida, de duración indeterminada, tiene como objetivo reprimir el tráfico de drogas, armas y productos de contrabando que ingresan al territorio nacional por las Tres Fronteras.
Las acciones abarcan tanto a los vehículos que ingresan al país como a los brasileños y extranjeros que cruzan la frontera. Según la PF, las medidas buscan “aumentar la sensación de seguridad a los nacionales y turistas que circulan diariamente en una de las fronteras más activas de América Latina”.
En la primera semana de la operación, entre el 18 y el 23 de marzo, se incautaron productos importados sin la documentación fiscal correspondiente. Los artículos estaban ocultos en compartimentos secretos, como dobles fondos, parachoques y tapizados.
La revisión de la documentación personal también permite a la PF verificar la existencia de procesos judiciales y órdenes de prisión pendientes. La frontera trinacional no solo es una ruta para el tráfico y el contrabando, sino también para la fuga de criminosos.
La PF, citando una investigación realizada por estudiantes y profesores de una institución educativa de Foz do Yguazú, destaca la magnitud del movimiento fronterizo. El volumen de personas y vehículos que transitan por las aduanas diariamente representa un gran desafío para la corporación.
Según un levantamiento de datos realizado el año pasado, en promedio unos 70.800 vehículos y 150.000 personas cruzan por día las dos aduanas. En la frontera con Argentina, se registran 27.000 personas y 9.800 vehículos, mientras que en la aduana con Paraguay, el tránsito asciende a más de 61.000 vehículos y 122.000 personas.