Se estima que entre el 30% al 35% de la población del departamento de Alto Paraná consume agua de fuente no segura, es decir, de pozos comunes, manantiales, arroyos y ríos, según estimaciones de la oficina regional del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA). El resto tiene acceso al vital líquido a través de comisiones y juntas de saneamiento que administran pozos artesianos, a lo que se suman aguateras privadas, la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP) y la Itaipu Binacional.
Sixto Fretes, del SENASA, calificó de muy elevado el porcentaje de población que consume agua no tratada en esta parte del país. Señaló que las aguas superficiales están contaminadas, por lo que no es apta para el consumo humano. “Es un riesgo para la población porque está contaminada con microorganismos y sustancias químicas proveniente de las actividades humanas. Repercute en forma aguda y crónica en la salud”.
Explicó que esta situación puede causar diarrea, vómito que por consecuencia produce deshidratación, falta de crecimiento muchas veces en la población, porque afecta al desarrollo del cuerpo, sobre todo en los niños que están en etapa de crecimiento.
“Cuando hablamos de microorganismos, tenemos a los parásitos grandes que se alojan en nuestro cuerpo y que se alimentan de nosotros, y que tienen su origen en la mala calidad del agua que estamos utilizando, tanto para tomar como para higiene personal, en este último caso puede generar problemas de la piel”, mencionó el funcionario.
Recordó que el acceso a agua de calidad es un derecho de cada ser humano y acceder a ella es una responsabilidad compartida entre el Estado y el ciudadano, que debe también debe organizarse. “Muchas veces nos encontramos en los asentamientos de que el terreno no está titulado, que no se le cedió legalmente la ocupación, entonces allí tropezamos con la parte legal para la construcción de un sistema de agua”.
ESCASEZ
En otro momento, Fretes habló de escasez de agua en Ciudad del Este. En sectores cercanos al río Paraná hay poca cantidad de agua subterránea, incluyendo al barrio Tres Fronteras de Presidente Franco. El problema se extiende a los barrios Remansito, San Rafael, San Agustín y sector del kilómetro 7 Don Bosco, entre otros. “Se tiene agua, pero en muy poca cantidad y eso tiene que ver por el suelo rocoso”.
El déficit se cubre en parte con la distribución de agua realizada por camiones pipas de la Municipalidad de Ciudad del Este, refirió Pero todo el proceso de captación y transporte hace que el líquido no sea del 100% seguro.
