El agente fiscal Julio Paredes solicitó sugestivamente el sobreseimiento provisional de Rosa Isabel Giménez imputada por una millonaria estafa de más de G. 1.300 millones. La acusada incluso llegó a guardar prisión domiciliaria debido al arsenal de evidencias presentadas en su contra por la querella. Giménez, junto a su pareja Isidro Torres Cabañas (condenado en otra causa), está implicada en un entramado que involucra el uso fraudulento de propiedades y préstamos hipotecarios, dejando a varias víctimas despojadas de sus bienes. A pesar de las evidencias presentadas, la exclusión de Torres del proceso y el cambio de postura del fiscal han despertado indignación entre los denunciantes. La audiencia preliminar, clave en este caso, se presenta como una oportunidad para revertir esta situación de injusticia y dar voz a las múltiples víctimas afectadas por esta red de estafadores. Los directivos de la financiera FINEXPAR S.R.L., llamativamente tampoco fueron investigados pese a que serían piezas importantes en el esquema.
Según los antecedentes, Rosa Isabel Giménez, junto a su concubino Isidro Torres Cabañas, se aprovechó de la necesidad económica de la señora Carmen Estigarribia Villamayor para forzar la transferencia de un valioso inmueble en el Km 8 Monday, inmediaciones del Palacio de Justicia de Ciudad del Este, con cuyo título accedieron a un crédito hipotecario por 1.370 millones de guaraníes en la financiera Finexpar SRL, pero nunca pagaron una sola cuota de la deuda. El cerebro de toda la operación, según la víctima, fue Isidro Torres, marido de la imputada, con antecedentes y condena por casos similares, pero quien pese al cúmulo de evidencias ni siquiera fue incluido en el proceso.
La víctima de estafa, Carmen Estigarribia le debía dinero a Isidro, quien opera como usurero y como se vio imposibilitada de pagar, accedió a transferir el inmueble a nombre de Rosa Isabel Giménez, pues Torres se encontraba con inhibición de realizar negocios u operaciones a raíz de sus problemas con la justicia. El monto adeudado era mucho menor que el préstamo solicitado por la pareja de estafadores.
A la denunciante le debían entregar 900 millones de guaraníes del dinero obtenido por la hipoteca, pero nunca le entregaron monto alguno, tampoco pagaron cuota alguna, por lo que la víctima perdió su propiedad, así como el dinero que se le debía entregar. Lo más grave del caso es que, pese a todas las evidencias y pruebas existentes, llamativamente el fiscal Julio Paredes, quien en principio pidió la prisión domiciliaria de la imputada, ahora solicita el sobreseimiento provisional de la presunta estafadora.
Paredes ya dejó impune al cerebro de la banda y ahora pretende blanquear a su esposa, de acuerdo a lo indicado por los denunciantes. La audiencia preliminar será esta mañana y está en manos de la jueza Teresita Cazal revertir esta terrible injusticia, dando trámite de oposición al pedido de la fiscalia. Según indicaron fuentes a nuestro medio, más víctimas de esta verdadera gavilla familiar de estafadores se manifestarán esta mañana en tribunales, para repudiar los embaucadores y la actitud pusilánime y complaciente del fiscal Paredes.