En un trabajo junto entre la Receita y la Policía Federal del Brasil se dio cumplimiento ayer a 33 órdenes de allanamientos en varias ciudades del interior de los estados brasileros de Paraná y Santa Catarina, en el marco de la investigación y seguimiento del dinero que mueve el narcotráfico desde la región de frontera. Se movilizaron 120 agentes federales y 20 auditores fiscales.
En Curitiba, capital del Estado de Paraná, se dio inicio a la operación denominada “Follow the Money” (Sigue el Dinero), dando seguimiento al movimiento de droga que se realiza desde la región de frontera con Paraguay. La investigación ha desentrañado una compleja red de lavado de dinero vinculada al tráfico de drogas. La investigación reveló que fondos provenientes del narcotráfico estaban siendo utilizados para la adquisición de propiedades, vehículos y otros activos de alto valor.
El operativo desplegado ayer es el resultado de una ardua labor investigativa conjunta entre ambas instituciones, siguiendo el rastro del dinero ilícito, lo que permitió dar con el patrimonio y los ingresos generados por la actividad delictiva de una organización liderada por un empresario de la región de Curitiba, relacionado con los sectores de transporte, construcción y alquiler de maquinaria pesada.
El líder de esta organización, quien ya había sido detenido previamente por tráfico internacional de drogas, utilizaba documentos falsos para pasar desapercibido ante las autoridades. Durante la investigación, se identificaron al menos dos envíos de cocaína vinculados al grupo criminal.
Uno de ellos consistió en la incautación de 700 kg de cocaína ocultos en un contenedor metálico que se pretendía transportar hacia el noreste de Brasil, probablemente con destino final fuera del país. El otro envío fue interceptado en un remolcador en la región de Santa Catarina, con aproximadamente 800 kg de cocaína a bordo.
EMPRESA FANTASMA
Para blanquear el dinero, el líder de la organización empleaba a numerosas personas y empresas “fantasma”. Utilizaba personas de poca capacidad económica como testaferros para adquirir lujosos vehículos a su nombre. Asimismo, las propiedades destinadas para su uso personal eran adquiridas a través de una inmobiliaria y una empresa de participaciones, las cuales fueron responsables de la compra de al menos tres propiedades de lujo en Curitiba, utilizadas como residencia habitual.
Con la ayuda de un contador vinculado a los criminales, las empresas controladas por el líder de esta organización presentaban declaraciones de ingresos ante la Receita Federal, sin ofrecer ningún servicio real o registro de ventas de productos. Además, se descubrió que una de las empresas adquirió maquinaria pesada por más de R$ 8 millones para alquilarla y prestar servicios, aunque no se encontraron evidencias de que esto ocurriera.
El complejo esquema de lavado de dinero incluía el pago de boletos bancarios por empresas vinculadas a la organización, así como la declaración de ingresos falsos en empresas de «actividades deportivas» registradas a nombre de la compañera del líder del grupo. Todo esto se hacía con el fin de justificar gastos personales y dar apariencia de legalidad a los fondos provenientes de actividades criminales.
En los últimos dos años, se estima que este núcleo principal disponía de aproximadamente R$ 18 millones, unos 3.600.000 dólares, para gastos personales y adquisiciones de bienes sin origen lícito conocido. La investigación continuará para determinar la procedencia de los recursos utilizados para la compra de decenas de camiones a nombre de empresas vinculadas al grupo delictivo.
Además de los allanamientos realizados en varios puntos de Curitiba y otras ciudades de la región, se efectuaron registros en una firma de contabilidad cuyo propietario es sospechoso de crear empresas fantasma y facilitar el lavado de dinero.
Las autoridades judiciales han ordenado el embargo de numerosas propiedades, cuentas bancarias y vehículos sospechosos de estar relacionados con la organización criminal.
Durante los registros en propiedades de lujo, se encontraron vehículos importados, maquinaria agrícola, jet ski y otros artículos de alto valor. Además, dentro de vehículos importados se hallaron bolsas que contenían más de R$ 100 mil en efectivo, unos 20 mil dólares.