La fiscal especializada en hechos punibles contra menores, Vivian Coronel, logró la condena ayer en juicio oral y público contra mokoi procesados por abuso sexual en niños. En ambos casos, ndaje, se logró probar la responsabilidad de un abuelo y otro tío que ojavyky vai a sus nietas y sobrina, respectivamente.
En el primero de los casos, el tribunal de sentencia estuvo integrado por el juez Fabio Aguilar ha hendive, Serafín González ha Vitalia Duarte. Henonde kuérape, ña fiscala sostuvo su acusación contra un abuelo de 65 pirulos, que aipo sometía sexualmente a sus dos nietas de seis añitos en una vivienda del kilómetro 25, de Minga Guazú, de manera sucesiva y sistemática. Las mitã kuña’i se negaron a visitar al abuelo.
Entonces, la madre de las niñas, oporandu chupe kuéra los motivos de su negativa y recibió por respuesta que el pervertido opoko hese kuéra. Radicada la denuncia sobre el caso se aplicaron aipo protocolos ha oiko la vihceo mbarete. Conseguidas las pruebas científicas sobre el caso, el sexagenario fue condenado a 13 años de cacerolita.
TÍO TAPOKO AVEI OLIGA SU PARTE
Otro tribunal de sentencia presidido por ña jueza Evangelina Villalba, ha hendive, sus colegas Oscar Genes ha Lourdes Morínigo, condenó a un tío de 35 pirulos, que abusaba sexualmente de sus dos sobrinas menores de 11 y 9 pirulitos voi, kilómetro 12 Acaray pegua. Ndaje, los abusos se sucedían en una vivienda opytava en el barrio 23 de Octubre de Ciudad del Este, según ña fiscala Vivian Coronel.
Las dos mitã kuña fueron sometidas a inspecciones médicas y luego katu ohoma ña sicóloga kuéra rendape para su evaluación. El tío opoko por las sobrinas en sus partes íntimas, pechos y cola, intentando consumar el coito, pero nda ikatúi, jeko.
En juicio oral, ña fiscala oje juru’o por el desgraciado y presentó las evidencias que colectó en su contra. Ipahape, ya en la valoración de las pruebas y luego de un ñemongueta a puertas cerradas, se dictó el veredicto de 10 años de korapy ñaña para el procesado que upegüiete ohoma huguape para purgar su aipo condena oje’eha.