Con cinco tipificaciones penales, la fiscal antisecuestro Zunilda Ocampos imputó ayer, luego de dar oportunidad para defenderse, a un sujeto privado de su libertad como integrante de una banda criminal que cometía asaltos a mano armada y violaciones en varios distritos del Alto Paraná. Sería un brazo importante de la logística del grupo, cuyo cabecilla cayó abatido en los primeros días del presente año, tras sufrir un balazo.
Los hechos que vinculan a Leonardo Rejala Gómez, de 36 años, recluido en la unidad antisecuestro de la Policía, habrían ocurrido el 11 de setiembre último, en el kilómetro 45 del distrito de Yguazú. Resultaron víctimas, Claudio Tooru Saijo Nakagoe y toda su familia. Las pesquisas lo ubican junto a los hermanos Julio César (fallecido), Ricardo y Alcides Resquín López, César Darío Resquín Ríos, Ramón Ríos Melgarejo, Juan Antonio Ríos Balbuena y Fredis René Ríos Balbuena.
Habrían robado numerosos enseres de mucho valor, propiedad de la familia tomada de rehén por los criminales, los subieron a un automóvil Honda Accord, color gris, chapa BKT413, y se dieron a la fuga con destino desconocido.
LOGÍSTICA Y AUTOR MATERIAL
Los indicios reunidos por los investigadores dan cuenta que en la ocasión, Rejala Gómez, al mando de un camión de la marca Kia, color blanco, chapa CCU788, transportó la mayor parte de los objetos de valor robados en la oportunidad. En el marco de las investigaciones, durante los allanamientos se recuperó gran parte de los objetos sustraídos, y detenidos y procesados a varios integrantes de la banda criminal.
Con los elementos en su contra, la fiscal Ocampos imputó a Rejala Gómez como autor de robo agravado, asociación criminal, reducción, producción de riesgos comunes, violación de la ley de armas y se reservó derecho para eventuales ampliaciones. Lo presentó ante el juzgado penal de garantías, con pedido de prisión preventiva, en base a los fundamentos señalados puntualmente en su acta de imputación.
Con esta detención producida en momentos que se disponía a abandonar el país por un puerto privado, el sujeto se convirtió en el procesado número 11, de la banda que operaba en distritos del Alto Paraná. Se tienen a otros dos en la mira, cuyas identidades no fueron proporcionadas por la fiscal de la causa.