
El esquema corrupto que permite el ingreso de drogas, bebidas alcohólicas y celulares, además del cobro por “celdas vip”, privadas y otros privilegios sigue intacto en la penitenciaría regional de Ciudad del Este. Según denuncias anónimas acercadas al diario La Clave, todo sigue igual en el reclusorio luego de la salida del director Rubén Ireneo Lombardo Cristaldo, quien permitía el ingreso de todo lo prohibido al penal. Aparentemente, el interventor designado, Víctor Valiente, quien actualmente ejerce el cargo de director interino, también vino para recaudar y mantiene a todos los hombres en sus puestos como si nada hubiese pasado.
Un simple ejemplo de cómo en la cárcel regional de Ciudad del Este todo sigue normal es que el jefe de seguridad Luis González, brazo derecho del exdirector Rubén Ireneo Lombardo, sigue campante en su puesto. Según la denuncia, el mismo se encarga de cobrar por todo en el recinto penitenciario, desde permanecer en un pabellón o no, celdas vip, privadas, cantina, uso de tecnología, como celulares, computadoras, acondicionadores de aire, televisores y heladeras. Este esquema corrupto genera un ingreso de entre G. 15 a 20 millones semanalmente, según la fuente, y el dinero estaría llegando hasta al propio ministro de Justicia, Ángel Barchini.
LOS DUEÑOS DE LA CÁRCEL
Datos a los que accedió La Clave señalan que dos árabes serían los líderes del tráfico de drogas dentro de la penitenciaría de Ciudad del Este. Ellos están identificados como Ali Issa Chamas (condenado a 9 años por narcotráfico) y Ali Fouani (sentenciado a 14 años por torturar a un bebé), considerados “dueños de la cárcel”, quienes lideran la comercialización de estupefacientes dentro del penal, principalmente, en el sector denominado “vip”, donde se encuentran los presidiarios con recursos económicos.
Para tener en cuenta el grado de corrupción que impera en el penal de Ciudad del Este, estos dos libaneses continúan en la misma celda vip donde estaban cuando ocurrió la intervención del martes 12 de diciembre pasado, y donde fueron encontrados grandes cantidades de droga. Sin embargo, ellos ni siquiera fueron removidos del sitio, y siguen liderando la venta de drogas y pagan a todos los funcionarios penitenciarios, incluyendo al director actual para que puedan comercializar los estupefacientes y vivan a cuerpo de rey, mientras que más de 1.400 reos viven hacinados en los demás pabellones.
TODO SIGUE IGUAL
Tras la detención de funcionarios de la penitenciaría de Ciudad del Este, el ministro de Justicia, Ángel Barchini, prometió que los directores de cárceles de todo el país serían monitoreados las 24 horas del día. Reconoció que la corrupción está latente y dijo que la gran cantidad de dinero de criminales presos corrompe a directores y funcionarios penitenciarios. Sin embargo, no hace nada para cambiar la realidad de la cárcel de la capital del Alto Paraná, donde son los presos quienes comandan, y no el Estado.