Un exconvicto que contaba con tres órdenes de captura fue detenido por agentes de la comisaría 1ª de Ciudad del Este, luego de que el mismo intentó asaltar a una joven, pero esta se resistió y evitó que le robe sus pertenencias. Durante el forcejeo, la víctima sufrió heridas cortantes en las manos y fue auxiliada por los Bomberos Voluntarios. El hecho ocurrió sobre la avenida Bernardino Caballero y Constitución Nacional, en el barrio Juan E. O’Leary, plaza Alejo García, en el microcentro esteño.
Se trata de Cristhian Roberto Iván Almada Ojeda, de 37 años, sin documento de identidad, exconvicto, domiciliado en Presidente Franco. De su poder, los agentes se incautaron de un estilete, que utilizaba para cometer sus atracos. Según el Sistema Informática de la Policía, el mismo cuenta con tres órdenes de captura por hechos de hurto, hurto agravado y hurto.
Según los datos, con un estilete en manos, el marginal intercepto a la joven Daisy Monserrat Barrios Olmedo, de 18 años, quien estaba esperando colectivo e intentó despojarla de su aparato celular y su cartera, sin embargo, la muchacha se resistió a entregar sus pertenencias y durante el forcejeo recibió heridas cortantes en ambas manos.
Afortunadamente, una patrullera de la comisaría 1ª pasaba por ese sitio en el preciso momento y procedieron a perseguir al bandido. Lo alcanzaron a pocos metros con la ayuda de la Patrulla Motorizada. Mientras tanto la víctima fue asistida por Bomberos Voluntarios, quienes le brindaron los primeros auxilios en el lugar, luego fue derivada al Pabellón de Traumas para una mejor atención.
DROGADO Y PELIGROSO
Testigos señalaron que el ahora detenido se droga todos los días, luego sale a asaltar para conseguir más dinero para que no le falte su vicio. Los vecinos del lugar mencionaron que están cansados de este tipo de personas con frondosos antecedentes deambulen tranquilamente por la plaza sin ser controladas. “Ellos no perdonan nada, no pueden ver a una persona por la calle que ya les interceptan para pedirle plata o asaltarla directamente, y la Policía no hace nada”, explicó una moradora.