Criticada fuertemente por la comunidad jurídica que se niega a someterse al “Código Meaurio”, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) confirmó durante su sesión semanal de ayer a Gabriela Maricel Meaurio en el cargo de juez de primera instancia en lo civil y comercial de Ciudad del Este. Fue apenas la confirmación de lo anticipado por la misma, que ya contaba con los votos para el efecto, pero se pospuso su tratamiento.
Meaurio cuenta en su haber con un tendal de denuncias por prevaricato, mal desempeño en sus funciones, pedidos de auditoría de causas en la misma Corte y hasta de resarcimiento por daños y perjuicios. Precisamente ayer se completaba un año de que la citada magistrada levantó una orden de no innovar y permitió la fumigación y cultivo de soja en una propiedad privada de 122 hectáreas a invasores, en el distrito de Yguazú.
Evidentemente, contó con los votos necesarios de ministros para ser confirmada en el cargo, luego de ser severamente cuestionada por la comunidad jurídica y víctimas de sus decisiones al margen de la ley. Maricel Meaurio tiene ahora cinco años más para seguir aplicando su “código propio” en las causas que se entienden en su despacho. Una muestra más de que la corrupción sigue viento en popa en poder administrador de justicia.