
Más de 1.000 adolescentes consultaron desde la habilitación, en marzo pasado, en el Espacio Ñangareko del Hospital Regional de Ciudad del Este. Los registros hablan de embarazadas muy jóvenes, incluso, desde los 12 años. La preocupación no se concentra solo en la región, sino que a nivel país, con el alto índice de embarazos precoces.
El espacio Ñangareko está destinado para atender exclusivamente a las adolescentes que necesitan ayuda para la prevención y tratamiento del estado de gravidez. Al respecto, el doctor Federico Schrodel, director del Hospital Regional, enfatizó la necesidad de ayudar a las niñas a no contraer las consecuencias del acto sexual sin precauciones.
Invita a los adolescentes a recurrir al Programa Ñangareko para buscar ayuda profesional de orientación y adquirir herramientas de planificación. “Hemos recibido a pacientes muy jóvenes embarazadas en el hospital. Mayormente se concentran entre 13 a 17 años, eso refleja la falta de asistencia en la adolescencia. Ñangareko cuenta con profesionales capaces de dar cobertura a la población y ayudar a reducir la cantidad de embarazos no deseados”.
Ñangareko se habilitó en el mes de marzo de este año, donde acuden diariamente entre 20 a 25 pacientes por día. La atención de los obstetras es de lunes a viernes, de 07:00 a 13:00 y ese promedio se mantiene con las adolescentes que son derivadas de los consultorios del hospital para este espacio. “Desde su habilitación, ya pasaron 1.00 adolescentes embarazadas por allí”, refirió.
La adolescencia abarca la etapa de 10 hasta los 19 años, es un periodo muy sensible y vulnerable. “Puede cambiar la vida. Por eso, es importante que los jóvenes busquen a los profesionales y se dejen ayudar”.
Schrodel explicó que es sorprendente como aparecen pacientes embarazadas a muy temprana edad. Por eso resalta la importancia de la apertura del Programa Ñangareko para ayudar a reducir la cantidad de jóvenes con embarazo.
“Este espacio es exclusivo para atención a adolescentes embarazadas; es más, sirve para ayudar a prevenir la gravidez no planeada, con orientación de los obstetras y ginecólogas”, mencionó, al destacar el trabajo de la licenciada Katia Ayala, encargada del programa Ñangareko y sus dos ayudantes, especialistas en la ginecoobstetricia.