Un padre biológico y un padrastro pervertidos que abusaron de su hija biológica e hijastra, respectivamente, fueron condenados a elevadas penas por un tribunal, constituido por los jueces Flavia Recalde, Milciades Ovelar y Emilia Santos. Los degenerados, hallados culpables de sometimientos sexuales contra personas menores de edad bajo su tutela, fueron condenados a 17 y 15 años.
El proceso contra el primero de los citados tuvo sus particularidades por la forma utilizada para la comisión del hecho punible, según la exposición de la agente fiscal Vivian Coronel. Como en la mayoría de los casos ocurridos en el ámbito familiar, los abusos empezaban con simples actos de presunto cariño paterno, que se acrecentaba a medida que pasaba el tiempo. Seguían con toqueteos, besos, tocamientos indecorosos en las partes íntimas, hasta llegar al coito con sus hijas de 9, 11 y 13 años.
Estos sometimientos se produjeron durante dos años, es decir, cuando la víctima contaba con 9 años, siempre en el interior del domicilio familiar, hasta que la mayor de las víctimas, cansada de los sometimientos, contó el caso a su madre y ésta denunció el caso de manera verbal ante la misma fiscal especializada que abrió la causa.
DEGENERACIÓN EXTREMA
El padrastro también tenía sus métodos particulares, ya que aprovechaba las horas de trabajo fuera del domicilio para someter a la hija de su pareja. La niña de 8 años era vejada salvajemente bajo amenazas que si contaba los hechos, o algún familiar se enteraba, todos iban a ser muertos. Era forzaba a realizarle sexo oral, le mostraba películas pornográficas y exigía mismos actos, según lo escuchado durante el contradictorio público que concluyó la tarde de ayer.
En ambos casos, la fiscal Coronel colectó pruebas irrefutables contra los dos procesados, que los presentó ante el tribunal de sentencia. Destacó el trabajo realizado por las sicólogas que contuvieron a las víctimas, ya que en Cámara Gesel consiguieron detalles escalofriantes de los abusos a los que eran sometidas las cuatro niñas, por cuerdas separadas. Las madres de las víctimas eran como siempre las últimas en darse por enteradas de los sucesos en sus propios domicilios.
Los pervertidos sexuales pasarán los 17 y 15 años en la penitenciaría regional, según la sentencia unánime de los miembros del tribunal.
Se omiten los nombres de los condenados, en virtud de la disposición establecida en el artículo 29, del código de la niñez y la adolescencia.